NARCOTRÁFICO CÁDIZ

Un guardia civil embestido por los narcos en Sanlúcar: «No queremos medallas, queremos derechos y protección»

El agente, que permanece al Servicio Marítimo de Cádiz, ha intervenido en un pleno en Jerez y ha vuelto a solicitar que se les considere profesión de riesgo

«Nosotros siempre damos la cara, ahora es el momento de que España dé la suya por nosotros»

«Los narcos causan auténticas tragedias en las familias, ¡que lo sufrieran ellos!»

El narcotráfico mata en Cádiz: una fatal cuenta que no deja de sumar

El guardia civil, durante su intervención en el pleno de Jerez.
María Almagro

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«Mi nombre es C-772.., porque eso es lo que soy para este Gobierno, un simple número, que cuando ya no les valemos, ponen a otro, quedándonos totalmente en el olvido... ». Así ha comenzado Rafa, un guardia civil que ahora se encuentra de baja tras haber sufrido el ataque de unos narcos en Sanlúcar, su intervención en un pleno celebrado este martes en Jerez. Porque tras años en el Servicio Marítimo, en las patrulleras que luchan contra el tráfico de drogas por el Guadalquivir y todo el litoral gaditano -además de otras labores-, ha decidido que era momento de hablar directamente a los políticos. De expresarles lo que sienten él y sus compañeros cuando a diario se tienen que enfrentar a estos delincuentes.

Rafa además forma parte del sindicato Jucil en Cádiz y tras haberlo solicitado ha intervenido en la sesión plenaria después de que en un anterior debate, algunos ediles hubieran puesto en entredicho algunas de las reclamaciones que están solicitando estos agentes al Gobierno.

Así, en primer lugar, se ha dirigido a la concejal del PSOE y exalcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez: «Me gustaría rebatirle sobre un comentario desafortunado que hizo en el pleno de este Ayuntamiento el pasado 27 de febrero de 2025 en la declaración institucional aprobada por unanimidad sobre el reconocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) de la profesión de riesgo», ha afirmado.

«Dijo que no era una cuestión de voluntad política, que era una cuestión muy compleja debido a la condición que tenemos al pertenecer a las clases pasivas, y las contradicciones con el Régimen de la Seguridad Social… Permíteme que discrepe con usted, si algo ha demostrado este Gobierno a lo largo de su legislatura, es que con voluntad política solventáis todos los entresijos que os encontráis en el camino en un tiempo récord», decía refiriéndose a la reciente aprobación de las competencias a Cataluña sobre inmigración y fronteras.

«Sin embargo- añadía- para declararnos profesión de riesgo y declarar la provincia de Cádiz como Zona de Especial Protección para vosotros son todos obstáculos e inconvenientes».

17.000 agentes heridos en 2024

También se quería dirigir expresamente a la diputada del Parlamento Europeo Idoia Mendia, por parte del PSOE, quien, según ha explicado hace unos días aseguraba que los agentes «sólo sufren sufren agresiones de vez en cuando..., restándole importancia al asunto...». «¿Sabéis cuantas agresiones hemos sufrimos las FCSE tan solo en el año 2024?», preguntaba al plenario. «Casi 17.000 agentes heridos, pero para ella por lo visto no son suficientes para poder considerarnos profesión de riesgo al igual que están reconocidas las Policías Autonómicas y Policías Locales (...) parece ser que para esta señora las del Estado somos menos españoles o simplemente policías de segunda».

Por último se dirigía en su discurso al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, para quien, como dijo, «la profesión de riesgo no existe». «Le recomendaría que le echara un vistazo a la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, concretamente en su apartado 3.2, y que mediante Real Decreto, y leyes posteriores han sido reconocidos como profesión de riesgo los policías locales, los Mossos d´Escuadras, la Policía Foral de Navarra, así como la Ertzaintza, y que con todo el respeto del mundo, me parece realmente sorprendente que un ministro del Estado español haga estas declaraciones a sabiendas que falta manifiestamente a la verdad».

De esta forma, se volvía dirigir a la concejal socialista. «Como guardia civil y jurista que soy ya le confirmo yo que no tenéis ninguna voluntad política por reconocer a las FCSE como profesión de riesgo, de hecho, habéis rechazo dicha propuesta en el Congreso de los Diputados en varias ocasiones, lo que denota manifiestamente esa falta de voluntad política que hago remarcar. Llevamos años cumpliendo, a pie de calle, a pecho descubierto. Hombres y mujeres que lo dan todo por proteger a este país… incluso cuando este país les ha dado la espalda, porque eso es lo que está pasando... Porque al parecer, cuando el que recibe el golpe lleva placa…se le resta importancia, forma parte de nuestro trabajo y de nuestro oficio...», exponía.

Y continuaba: «Vemos todos los días que hacemos el mismo trabajo que nuestros compañeros de la Policía Local y Autonómicas, que corremos los mismos riesgos, que afrontamos las mismas amenazas, pero aun así nos seguís negando una y otra vez la equiparación salarial y la profesión de riesgo. Y así llevamos más de tres décadas, en las que ningún gobierno — y repito, ninguno— ha tenido el valor de hacer lo que es justo: Equiparar, reconocer y proteger a sus FCSE...».

«¿Y sabéis qué es lo más duro?», se preguntaba, «que a lo largo del año 2024, se han quitado la vida once guardias civiles y diez policías nacionales, uno cada diecisiete días, a los que hay que sumarle los que llevamos en 2025, 21 vidas rotas, 21 familias destrozadas. Formaban parte de un colectivo que es resiliente, sí, pero también vulnerable, porque estamos expuestos al trauma, a la presión, a la violencia, al abandono institucional y político, por supuesto».

Para este agente es «más más fácil aplaudirnos cuando salimos en las fotos y olvidarnos cuando apagamos la sirena. Pues ya está bien. Nosotros no queremos más medallas, queremos derechos, queremos justicia y queremos igualdad. Queremos que se nos reconozca lo que somos, profesionales de riesgo. Estamos al servicio, al orden y a la seguridad de todos los ciudadanos de este país, incluso de quienes nos desprecian, que no son pocos».

Recuerdo a sus compañeros

Por ello, Rafa pedía a los concejales presentes en el pleno de Jerez que trasladen sus peticiones. «A quienes nos gobiernan, a los que legislan, a los que tienen el poder de cambiar esto, no miren más hacia otro lado, no escondan más esta vergüenza nacional. La igualdad es un principio que se defiende…, no se traiciona, y somos capaces de arriesgar nuestras propias vidas por personas que no conocemos absolutamente de nada, imaginaros de lo que somos capaces de hacer por nuestras propias familias, porque por quitarnos, no habéis quitado ya hasta el miedo... Nosotros siempre estamos. Siempre damos la cara. Y ahora es el momento de que España dé la suya por nosotros».

Por último, antes de despedirse el guardia civil pedía guardar un minuto de silencio por los compañeros «brutalmente asesinados» en Cádiz en manos de bandas organizadas del narcotráfico en los últimos años para «que nunca queden en el olvido»: David Pérez Carracedo, Miguel Ángel González Gómez, Fermín Cabezas González y Agustín Cárdenas Giraldo.

Fue durante el pasado año cuando Rafa, miembro del Servicio Marítimo, sufrió la embestida que le provocó las lesiones que ahora le mantienen de baja. Ocurrió cuando acudió junto a sus compañeros a uno de tantos avisos sobre la presencia de narcolanchas por el Guadalquivir. Así, y como él relata, su patrullera sufrió la colisión contra una de estas 'gomas' lo que provocó que saliera «volando» y resultara herido.

Tras pasar diferentes pruebas médicas le diagnosticaron diversas lesiones en las vértebras lo que le ha provocado y continúa provocando fuertes dolores. Actualmente se encuentra recuperándose y cree que ya difícilmente, debido a las secuelas que padece, podrá incorporarse de nuevo a esta misma unidad con sus compañeros.

Más casos y bajas

Pero Rafa no es el único efectivo del Servicio Marítimo de Cádiz que se encuentra actualmente de baja médica o que ha podido, por diversos episodios, darse de baja debido a otras intervenciones -iguales o mucho más arriesgadas- en las que estos agentes se han visto implicados últimamente.

Una de ellas sucedía este pasado año cuando una narcolancha les embestía en Chipiona cuando la patrullera se acercara a identificarles. Uno de los tripulantes de la semirrígida al verse sorprendido, arrancó y terminó colisionando contra la embarcación de la Guardia Civil, resultando fallecido otro de estos supuestos traficantes.

De igual modo también quedaba herido otro agente del Servicio Marítimo cuando en otra intervención fue a rescatar a uno de los tripulantes de otra 'goma' accidentada y al ofrecerle ayuda, éste le tiraba al agua, provocándole diversas lesiones.

Un riesgo que, por tanto, como vienen advirtiendo desde hace años, es diario y que «puede seguir costando vidas si no se ponen de una vez las soluciones y los medios suficientes y reales para evitarlo».

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