JEREZ
El colosal cedro del Himalaya del Zoo de Jerez desbancado por el Chaparro de la Vega, elegido Árbol del Año
El árbol gaditano obtiene 2690 votos frente a los 3715 votos de la encina de Coripe
Los 160 años, tres metros de perímetro de tronco y 21 metros de altura del cedro del Himalaya de Jerez no han sido suficientes para vencer los 250 años, 7 metros de perímetro y 13 de altura del Chaparro de la Vega, el ejemplar que ha resultado ganador como Árbol del año en España 2024.
El cedro de Jerez, que ha obtenido por 2690 votos, competía con otros 9 ejemplares arbóreos, tres de ellos ubicados en Andalucía.
Los otros candidatos andaluces son la encina del Cementerio Viejo en Albanchez de Mágina (Jaén), el ciprés de los Pantanos en el Parque de María Luisa (Sevilla) y el chaparro de la Vega en Coripe (Sevilla). El Chaparro de la Vega, una encina centenaria que se encuentra en la vega del río Guadalporcún y que es Monumento Natural por la Junta de Andalucía desde el 23 de noviembre de 2001 ha sido el vencedor de esta contienda popular con 3715 votos.
El ciprés de los Pantanos en el Parque de María Luisa ha sido el segundo clasificado con 3429 votos.
Árbol del año en Europa
Después de una preselección de un jurado profesional, el Árbol del Año 2024 se ha elegido mediante voto popular a través de la página web.
El ganador nacional, en este caso la encina sevillana conocida como El Chaparro de la Vega, tiene que optará a convertirse en Árbol del Año Europeo.
El cedro del Himalaya
El cedro del Himalaya se plantó coincidiendo con la construcción del depósito de aguas de Tempul en 1869, convirtiendo a la ciudad de Jerez en una de las primeras de España en poseer abastecimiento público de agua. En torno a este gran depósito se creó un jardín que pasaría a ser parque público en 1939, conociéndose como los Jardines de Tempul, siendo el jardín más antiguo y más extenso que se conserva en Jerez. En 1953 se fundaría sobre este jardín el Parque Zoológico y Jardín Botánico Alberto Durán, conocido hoy en día como Zoobotánico de Jerez. Quedan ya pocos ejemplares vivos de la arboleda original, siendo este uno de los más destacados, tanto por su porte como por su ubicación, «presidiendo» la zona central de los jardines.
Es un árbol muy simbólico para los jardines donde su ubica al ser testigo de su historia y ejemplifica la resiliencia al cambio climático, ya que la mayoría de los grandes cedros que había en la ciudad se han secado en las últimas décadas.
