gRAN PREMIO DE MOTOCICLISMO
La caravana motera da el pistoletazo de salida al fin de semana de motos en Jerez
Una marea de motos ha circulado desde el circuito de Jerez hasta la Plaza del Mamelón en aproximadamente una hora y con las calles abarrotadas de público
Las motos ya están aquí. Y se han hecho escuchar. Con el rugido del tubo de escape o con el claxon. Incluso el humo blanco delataba quien quemaba su rueda. «Las traemos muy desgastadas para terminar de fundirlas aquí», explica Fran. Como él, miles de moteros se han dado cita en la entrada del circuito de Jerez para participar en la caravana motera, el pistoletazo de salida del fin de semana por excelencia de los amantes de las dos ruedas. Y nadie quiere perdérselo.
En una moto puede leerse «Mi diabla». Y es que las hay de todas las marcas que puede haber en el mercado, pero también de todos los tipos. De cross, de carreras, con sidecar, de tres ruedas... Lo raro es ver dos iguales. Todos van muy equipados: cascos, guantes y ganas de disfrutar de unos días en los que las propias carreras pasan a un segundo plano. No falta de nada. Hay quien va con su club de motero, con su pareja, con su hijo o solo.
«Nosotros somos de Ubrique, del grupo 'Cruzados'. Hemos venido unos veinte para disfrutar del ambiente, que es exagerado», afirman Paco y Jesús. Falta media hora para que comience el recorrido de la caravana motera, que llegará hasta la Plaza del Mamelón, y detrás suyo no paran de llegar más motoristas. El año pasado la cifra fue de 3.000 moteros.
A Jerez, referencia del motociclismo, han venido desde diferentes puntos del globo terráqueo. Por los aledaños se escuchan acentos de otros países y las matrículas delatan que las motos en Jerez traspasa fronteras. Más de 1.000 kilómetros se ha hecho Xavi. «Ayer salimos por la mañana de Barcelona, hemos dormido en Villarrobledo y hoy hemos llegado. He estado en Montmeló, Chester y este es mi primer año aquí en Jerez, ya tocaba», afirma.
La edad tampoco es un límite en el mundo del motor. Una minimoto de gasolina con ruedines circula por los aledaños del circuito. La semilla de la pasión por las motos ya está sembrada en el pequeño de cuatro años. Como también mantiene ese amor por las dos ruedas los más veteranos del lugar. Santiago viene de Jédula con su moto. El mes que viene será su 80 cumpleaños. «Yo soy aficionado de toda la vida. Desde el principio vengo, soy mecánico y me encantan; el ambiente aquí es increíble». Disfruta al mando de su Honda Shadow, que mantiene impoluta.
La marea de moteros fue inmensa. Allí donde llegaba la vista en la carretera A-382 había la forma de un casco. Hasta que poco a poco, los moteros se han hecho con el corazón de Jerez al llegar a la Plaza del Mamelón, que se encontraba a rebosar de jerezanos que no querían perderse el carrusel de motos.
Una tarde de calentamiento de motores para el fin de semana que se viene que se ha resuelto sin incidentes.
