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La «masacre» de la lengua azul en La Janda: «La pala estaba llena de ovejas y borregos muertos»

Juan Alfonso Parrazuelo 'El Isla' ha visto morir a 155 ovejas y 300 borregos a causa de la enfermedad: «En total, habré perdido unos 50.000 euros»

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Cádiz insta a las administraciones a invertir en investigación para que los ganaderos cuenten con «vacunas eficaces y efectivas»

El pasado 16 de septiembre se detectó un foco de lengua azul en Puerto Serrano con incidencia del serotipo 3 y 8

La Junta ha anunciado la subvención al 100% de las vacunas adquiridas en 2025

Juan Alfonso Parrazuelo 'El Isla'. ganadero afectado por la lengua azul pepe ortega

Pepe Ortega

Paterna de Rivera

El verano va a ser difícil de olvidar. Apenas podían conciliar el sueño y el apetito parecía que se había ido de vacaciones. Por las cabezas de Juan Alfonso Parrazuelo 'El Isla' y su mujer Juani solo se repetían las imágenes que presenciaban en su finca. Allá por donde caminaban, una oveja yacía muerta o agonizaba mientras esperaba su momento. «Esto ha sido muy grave. Veníamos por la mañana y nos encontrábamos cinco ovejas tiradas en el suelo; era como una masacre. La pala estaba llena de ovejas y borregos muertos», lamenta Juani. Y así, un día tras otro, con la impotencia de no poder hacer nada. La enfermedad vírica de la lengua azul había llamado a la puerta de su ganado y no iba a parar hasta llevarse por delante a 155 ovejas y más de 300 borregos. «En total, habré perdido unos 50.000 euros», reconoce 'El Isla'.

Todo fue cuestión de días. Antes de que el virus «diera la cara», 'El Isla' pensó que se trataba de un resfriado. Sus ovejas tosían continuamente y tenían mocos en los ojos. Luego, comenzarían a cojear por la inflamación de las patas delanteras hasta caer rendidas, debilitadas también por la fiebre. Algunas de ellas lograrían sobrevivir pero otras no lo hicieron, y sus crías tampoco. «Muchas ovejas abortaron y otras se pusieron de parto antes de morir». En Paterna y en otros puntos de La Janda, el brote de la lengua azul ha puesto en jaque a los ganaderos como 'El Isla', que han visto como las palas de los tractores se llenaban de cadáveres y los buitres sobrevolaban el ganado.

La lengua azul ha provocado pérdidas de unos 50.000 euros a 'El Isla'

Según el ganadero de Paterna, vacunó a su piara contra dos serotipos de la lengua azul —uno de ellos el serotipo 3, que circulaba únicamente en la provincia hasta que el pasado 16 de septiembre se detectó en Puerto Serrano un nuevo foco con incidencia de los serotipos 3 y 8— en octubre de 2024. «Y aun así se me han muerto las ovejas. El veterinario me dijo que era porque tenían las defensas bajas», lamenta 'El Isla', que defiende que las vacunas «no han sido eficaces porque se les han muerto ovejas a los que vacunaron y a los que no». La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Cádiz respalda las palabras del ganadero y asegura que «las vacunas no funcionan»: «Necesitamos que las administraciones inviertan en investigación, porque los ganaderos deben contar con vacunas eficaces y efectivas. Se han dado casos de que cabañas ganaderas sin vacunar no han sufrido ningún caso de lengua azul, mientras que otras vacunadas han tenido pérdidas de animales».

Ovejas de 'El Isla' fallecidas a causa de la lengua azul l.v

De vueltas con la obligatoriedad o no de las vacunas

En pleno brote nacional de lengua azul, el debate sobre la obligatoriedad o no de las vacunas vuelve a estar encima de la mesa, después de que la vacunación se estableciera como voluntaria el pasado mes de marzo, lo que permitió la circulación del ganado sin restricciones. A principios de septiembre, el ministro de Agricultura, Luis Planas, aseguró que para él lo «deseable» es volver a una vacunación obligatoria.«Yo soy partidario de mantener la política que hemos mantenido tradicionalmente, es decir, una política de erradicación y de vacunación obligatoria, que es la que se mantiene en Baleares».

El ministro de Agricultura aseguró que para él lo «deseable» es volver a una vacunación obligatoria

En este sentido, el ministro anunció que el comité de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria de España (Rasve) se reuniría el pasado 10 de septiembre para «contemplar junto a las comunidades autónomas el mantener la estrategia actual o pasar a una vacunación obligatoria». Sin embargo, según Europa Press, la reunión se realizará finalmente a partir de noviembre, cuando comience el denominado período de «paz epidemiológica».

Actualmente no existe ninguna vacuna que cubra simultáneamente los cuatro serotipos (1, 3, 4 y 8) presentes en España. Pero no es la primera vez que la lengua azul afecta al ganado español: en 1956, causó la muerte de 133.000 ovinos. Posteriormente, la enfermedad reapareció en el año 2000 con la introducción del serotipo 2 en las Islas Baleares; sin embargo, logró ser erradicado dos años después.

La Junta subvencionará las vacunas al 100%

La Junta de Andalucía ha movido ficha en su estrategia para hacer frente a la lengua azul en la comunidad autónoma. El pasado 11 de septiembre, el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, anunció que el Gobierno andaluz «subvencionará al 100% las vacunas frente a la lengua azul adquiridas en este 2025». Además, adelantó que la Junta resolverá y abonará en las próximas semanas las ayudas convocadas por valor de 7,2 millones de euros, «destinadas a compensar a los ganaderos por los efectos de la lengua azul».

Para Azucena González, secretaria general de UPA Cádiz, esta es una «buena noticia» pero ha de venir acompañada de más medidas. «No se puede quedar ahí. Es importante que se subvencionen las vacunas, pero también hay que subvencionar el coste que tiene para el ganadero el hecho de que el veterinario ponga esa vacuna», defiende la secretaria de la organización, quien asegura que Cádiz «está lejos de los niveles de enfermedad que hay, por ejemplo, en Málaga», donde los ganaderos sufren con mayor virulencia la muerte de sus animales. A pesar de que la incidencia en Cádiz sea «mucho menor» que en otras zonas de Andalucía, los ganaderos están «muy preocupados» ante la proliferación de la enfermedad.

El impacto económico de la lengua azul en la provincia de Cádiz se prevé que sea «importante». «Se han muerto centenares de animales y los que pueden sobrevivir no están en condiciones de engendrar en el futuro, por lo que es un daño doble, por un lado, la pérdida del cordero y, por otro, la muerte de la oveja paridera, con lo que se pierde la cabaña futura», afirma Azucena González, que advierte que «todavía es pronto» para cuantificar los efectos que ha tenido la lengua azul entre los ganaderos de Cádiz.

El cambio climático favorece la proliferación del mosquito vector

La lengua azul, que no afecta a los humanos, se transmite mediante mosquitos del género Culicoides. El insecto vector se infecta al alimentarse de la sangre de animales contagiados y contagia el virus al picar a otros rumiantes, principalmente ovinos —más susceptibles y con los síntomas más graves—, pero también bovinos y caprinos, entre otros. Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, sin el vector, la enfermedad no puede transmitirse entre los animales. Por eso, en cuanto las bajas temperaturas se abran paso, bajara el número de casos, tanto en Cádiz, como en el resto de la península. «Esperamos que la situación vaya mejorando conforme empiecen a bajar las temperaturas y se vaya adentrando el otoño y, por supuesto, el invierno, cuando el mosquito deja de actuar».

El cambio climático favorece la proliferación del mosquito. «Hay que ser conscientes, también, que las temperaturas anómalas que estamos registrando en los últimos inviernos y primaveras, más suaves en los primeros y más calurosas de lo normal es los segundos, hace que el mosquito prolifere mucho más en aguas estancadas y afecte con mayor virulencia a la cabaña ganadera», manifiesta Azucena González, quien asegura que « todos los años se suelen detectar algunos casos de lengua azul, pero son esporádicos y no sufrimos una incidencia tan alta y tan grave como la que están viviendo los ganaderos este año y como la que sufrimos el año pasado». En la provincia de Cádiz, el serotipo 3 se detectó por primera vez «a finales del año pasado», en el mes de noviembre.

La lengua azul no afecta a los humanos

«Siempre para adelante»

'El Isla' ya está curado de espanto. Es «una oveja más del rebaño» —«porque para vivir de esto tienes que serlo»— desde hace 36 años y no es la primera ni la segunda vez que una enfermedad termina con la vida de parte de su ganado. «Otro año perdí 280 ovejas». Pero «hay que ser duro». Levantarse y mirar hacia adelante. No queda otra. Ahora, semanas después de la tragedia, todavía hay algunos animales enfermos. «Tengo un grupo de ovejas que no van a seguir para adelante, se les ha caído hasta la lana por culpa de la enfermedad, y el resto ahí van...», lamenta. Pero, afortunadamente, la mayoría de las ovejas están «bien».

«Mira cómo me responden cuando las llamo», avisa el ganadero. Un par de gritos y la cabaña se pone en alerta y se acerca a su voz. «¡Has visto! Todas vienen a mí, y luego dicen que los animales no entienden... Lo que pasa es que hay ser un poco ganadero», dice con orgullo 'El Isla'. Son su vida. Y va camino también de ser la de su hijo. «Aprendió a andar aquí, en el campo y entre ovejas», afirma Juani. El nombre de su hijo es un rayo de luz en medio de una conversación oscura. Lo peor de la tormenta ocasionada por la lengua azul ya ha pasado y la sonrisa se dibuja de nuevo en las caras de los padres. «Aquí está el presente y el futuro. A ver si puede ser como su padre». Y 'El Isla' pegó dos gritos y desapareció con su rebaño, decidido a seguir adelante. Aunque vengan mal dadas.

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