El Cañuelo, consejos para visitar una de las playas más escondidas de la provincia de Cádiz

Su ubicación es privilegiada. Se observa desde lo alto del mencionado faro del Camarinal. Llegando desde Cádiz capital, o desde cualquier punto de la Bahía, hay que cruzar la playa de los Alemanes de Bolonia, entre Barbate y Tarifa.

Si accedes desde Algeciras (Campo de Gibraltar, o viviendo de Málaga), está pasada Baelo Claudia, las ruinas de la famosa playa de Bolonia, la de la duna inmensa que siempre aparece entre las mejores playas de España. La playa de El Cañuelo no tiene la extensión de estas dos señaladas. Es algo más grande que una cala (aunque tirando al sur se amplía con otras dos calitas más), y detrás no hay nada. O más bien, hay todo.

Un inmenso bosque protegidos de enebros costeros, lentiscos, sabinas, jaras, además del pinar de la Breña.

La opción más factible es encaminarse con el automóvil, coche, moto o caravana, a Zahara de los Atunes. Antes de cruzar el río Cachón, se toma la dirección hacia la Urbanización Atlanterra, conocida por sus lujosas mansiones, sus impresionantes chalets, que se erigen sobre la costa desde hace ya más de medio siglo.

Desde ahí, es necesario seguir las indicaciones hacia el Faro de Camarinal por la carretera CA-2216. Allí una valla cierra el paso al tráfico rodado y, tras aparcar el vehículo, comienza el camino a pie hacia la playa, alcanzado primero el citado faro (a unos 400 metros).

Desde ahí se divisa El Cañuelo a la izquierda, y se observan varios senderos para acceder. Unos más empinados, más cortos pero más difíciles de recorrer. Otros más planos, más largos (algo más de media hora andando), pero que permiten dar un buen paseo y sobre todo poder acceder con agua y alimentos. Al final esos pequeños caminos coinciden en uno más amplio, ente la vegetación. No es difícil, pero es recomendable dejar las chanclas de dedo a un lado y andarlo con zapatillas o un calzado que ofrezca más protección.

No olviden el agua. Porque en la playa de El Cañuelo no hay nada de restauración. Ni chiringuitos ni quiosco ni bares. Ni tampoco servicio de socorrismo. Es una playa virgen, que se ha conservado así pues no tiene acceso desde el bosque ya que forma parte de una zona militar.

La otra opción es algo más compleja y menos conocida. Habría que dejar el coche en la playa de Bolonia, tres kilómetros hacia el norte pasada la ruina romana de Baelo Claudia. Allí existe una pequeña zona de aparcamiento y comienza un sendero, que recorre el pinar durante dos kilómetros y en algo menos de una hora se llega al Cañuelo.

Debido a su difícil localización, es una playa magnífica para ir incluso en verano cuando las demás playas están abarrotadas y repletas tanto de oriundos como visitantes.

La suerte de la Costa de la Luz, del litoral gaditano, es su amplitud, pues pese a recibir una ingente cantidad de personas cada julio y agosto, suele haber sitio para todos en sus inmensas arenas y sus aguas cristalinas. Además, la fuerza del levante como protección natural han permitido la conservación de esta costa ante el empuje del ladrillo.

Se encuentra encajada entre dos cabos, el del faro del Camarinal y el de Gracia, por lo que no sopla el viento con tanta fuerza como en Tarifa, el Palmar o Zahara, por lo que no se practica como en estos sitios el surf o el kite. Es más propio el paseo en kayak, el buceo con snorkel o el paddel surf. Con mucha cautela pues es zona de corrientes y fuertes resacas.

También es una playa elegida para practicar nudismo pues se encuentra muy alejada de los ojos de los mirones. Y cuenta con una nutrida red de senderos para pasear por este parque natural, además de la observación de aves migratorias, en un entorno único en el mundo como es el Estrecho de Gibraltar.