Desde la llegada del fútbol a España, ha sido un mundo muy masculinizado al que la mujer ha tenido durante muchos años su acceso. Pero siempre existen rebeldes que han trabajado y se han esforzado por abrir camino a las que vienen detrás.
Es el caso de Isabel Leiro. Nació en Cádiz en 1922 y, desde muy pequeña, estuvo atraída por el mundo del fútbol e incluso acudía con su padre a ver los partidos del Cádiz en Mirandilla. Su pasión le trajo problemas, tanto en el colegio como en su familia. Llegó a ser castigada por sus profesoras por darle patadas a un balón y su abuelo le rajaba los balones.
Pero estos impedimentos no la hicieron retroceder. Siguió adelante con su pasión como aficionada y entrenadora de niños. Fue la impulsora del primer equipo mixto de Cádiz y en los años 70 fundó su propio club, El Matadero. A los 75 años se sacó el carné de entrenadora después de una vida dedicada a los banquillos y a la formación de jóvenes.
Como aficionada, llegó a ser la socia más antigua del Cádiz CF y, tal y como cuenta en una entrevista a LA VOZ el periodista Theo Vargas, Isabel le pidió ayuda porque «no quería morirse sin hacer el saque de honor en Carranza». Su sueño se vio cumplido a los 80 años y, lamentablemente, murió 48 horas después.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión