GRAN PREMIO DE JEREZ 2025

Espectáculo de circo motero en El Puerto

La ciudad se reafirma como el destino favorito de los moteros, fusionando motociclismo, ocio y playa en un ambiente único durante una cita imprescindible en el calendario

Los servicios de emergencia atienden dos accidentes graves en la N-IV, una mujer arrollada por un motorista que hacía trompos y varios heridos por caídas

LUISMI MORALES

EL PUERTO

El Puerto de Santa María ha vuelto a consolidarse este fin de semana como uno de los grandes epicentros de la Motorada, reafirmando su condición de campamento base preferido por miles de aficionados que acuden cada año al Gran Premio de España de Motociclismo en Jerez.

La climatología favorable, con temperaturas casi veraniegas, impulsó una afluencia masiva de visitantes, atraídos por una oferta que combina motociclismo, playa y ocio en pleno corazón de la Bahía de Cádiz. Espacios como el paseo marítimo de Valdelagrana se convirtieron en grandes polos de atracción gracias a su fusión de gastronomía, entretenimiento y excelente conexión viaria, mejorada tras las restricciones del pasado año que frenaron la entrada de muchos visitantes.

El adelanto del Mundial de Motociclismo en 2025 favoreció la planificación de numerosos visitantes, que aprovecharon la cita para disfrutar de unos días de descanso junto al mar. Muchos de ellos repiten año tras año, con reservas fijas para esta esperada semana.

Con la caída de la noche, la ciudad ganó en intensidad, subiendo los decibelios y la pasión de quienes hacen de este deporte una forma de vida. Zonas como El Juncal, cada vez más concurridas, y el centro histórico se convirtieron en hervideros de motos, música y multitudes, consolidando a El Puerto como un enclave imprescindible en el fin de semana motero más esperado del calendario. Una auténtica Torre de Babel donde el acento portuense se entremezclaba con voces llegadas de Madrid, Cataluña, Valencia, Extremadura o Portugal.

Valdelagrana, por su ubicación y orografía, se consolidó como uno de los principales puntos calientes del fin de semana. Los hosteleros consultados por este periódico afirmaron que, aunque este año la climatología acompañaba, en ediciones anteriores se había registrado una mayor presencia de clientes desde primera hora del día.

¿Más moteros este año? La pregunta de siempre en la Motorada. La misma pregunta que se repite cada año volvió a sobrevolar el ambiente en el fin de semana más bullicioso del año: ¿hay más moteros este año? Cada uno cuenta su historia dependiendo de la experiencia vivida. Todos la esperan, pero todos tienen una bien diferente para contar.

Entre el ocio, la seguridad y el negocio, la Motorada se vive de manera diferente según quien la cuente. La presencia de la Unidad de Intervención Policial (UIP), popularmente conocidos como antidisturbios, fue necesaria, aunque no llegó a intervenir directamente. Los agentes sí descendieron de sus furgones en algunos momentos para calmar los ánimos entre los más exaltados.

Caballitos, bengalas, carreras improvisadas y trompos animaron la espera de cientos de personas que, ataviadas de comida y bebida, se apostaron durante horas bajo la sombra de los pinos, en una fiesta espontánea a pie de carretera. Un espectáculo en primera fila, vivido como un ritual por quienes año tras año no faltan a la cita. Móvil en mano, inmortalizaban cada escena. Mientras tanto, en la playa, el ambiente era muy distinto: cientos de personas aprovechaban el espléndido día de sol, de tintes casi veraniegos, para disfrutar de la arena y el mar.

También ayudó que este año se abriera algo más la mano, y que a diferencia del año pasado, los accesos fueran más flexibles.

Dispositivo y refuerzos

Un dispositivo de seguridad reforzado... pero insuficiente en momentos críticos

La ciudad puso en marcha un dispositivo integral de seguridad, reforzando las zonas más sensibles y mejorando los accesos respecto al año pasado. El operativo, coordinado entre Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica y Protección Civil, delimitó dos áreas principales de actuación: desde Pozos Dulces hasta la Plaza de Las Galeras, y el tramo de la antigua Nacional IV entre El Tejar y el entorno de El Paseo.

Se instalaron retenes de bomberos, se reubicaron badenes para reducir la velocidad en los accesos, y se intensificaron los controles de alcoholemia, drogas y documentación de motocicletas. Como novedad, agentes locales acompañaban a cada unidad de Policía Nacional para agilizar la tramitación de denuncias.

Cerca de 400 agentes se desplegaron en turnos reforzados, mientras Protección Civil ampliaba su cobertura sanitaria y la seguridad privada apoyaba en los cortes de tráfico y en el control de las zonas peatonales.

Sin embargo, pese al amplio despliegue, fuentes consultadas por este medio reconocen que el dispositivo se vio desbordado en momentos críticos, especialmente entre las rotondas de la Guardia Civil y el Parque de Bomberos, así como en el entorno de El Paseo y Porcelanosa. Actuaciones no siempre seguras complicaron la tarea de los agentes, obligando en varios momentos a intervenir a unidades de antidisturbios.

El viernes fue especialmente complicado, con dos accidentes graves relacionados con conductas temerarias. El primero tuvo lugar en la antigua Nacional IV, en las inmediaciones del supermercado Carmela. Un motorista de cross, natural de Sevilla y ya conocido por la Policía, colisionó violentamente contra uno de los bloques de hormigón 'New Jersey' instalados en el dispositivo de seguridad.

El impacto fue tan brutal que llegó a desplazar el separador 90 grados y partirlo, provocándose graves lesiones en la rodilla izquierda.

Horas más tarde, la tragedia volvió a acechar. En la calle Juan Lara, junto a la Nacional IV y a escasos metros del cuartel de la Guardia Civil, una joven portuense de 23 años fue atropellada por una moto que realizaba caballitos. El golpe le provocó un grave traumatismo craneal, dejando una gran mancha de sangre en la calzada. El motorista, procedente de un pueblo de Sevilla, fue detenido. La joven permanece ingresada en observación médica.

Estos dos graves sucesos volvieron a evidenciar la dificultad de controlar un evento de tal magnitud, donde la pasión por las motos a veces se mezcla peligrosamente con la imprudencia.

El alcalde, Germán Beardo, junto al teniente de alcalde de Seguridad, Jesús Garay, y el Intendente Principal de la Policía Local, supervisó durante la jornada del sábado los principales puntos del dispositivo extraordinario.

Beardo destacó la importancia de la coordinación entre administraciones para garantizar tanto la seguridad como la dinamización económica de la ciudad, autorizando incluso la ampliación en media hora del horario de cierre de terrazas y veladores durante el fin de semana.

«Estas actuaciones buscan garantizar que vecinos y visitantes puedan convivir en un ambiente seguro y festivo», subrayó el alcalde.

El Puerto, con su combinación única de motociclismo, mar y ocio, vuelve a confirmar que no es solo un destino de paso: es parte fundamental del alma del Gran Premio.

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