sequía
Los embalses de Cádiz seguirán creciendo aunque no haya más precipitaciones: ¿Sabes por qué?
La abundancia de lluvia como la que han aportado las últimas borrascas «no significa un aumento directo del nivel de los pantanos»
Las precipitaciones de Nelson inyectan notables cantidades de agua a los pantanos de Cádiz
Ha llovido mucho, aunque se necesita más agua para saciar los embalses, tenerlos como se deben tener de cara al verano y dar una patada a términos como sequía, restricciones... Algo que parecen haber hecho ya en otras provincias como Sevilla gracias a las últimas borrascas. Poca Semana Santa, pero ya se sabe que no hay mal que por bien no venga.
Desde Andaluza de Meteorología (Andalmet) se ha puesto el foco en las últimas horas en la subida notable de los embalses tras meses y meses de sequía. Se comparan datos del mes de enero del presente año con el de ayer.
«¿Hay diferencia, verdad?, se preguntan. »Pues sí, tenemos más agua que el pasado año de media y que el 2022 también. Eso sí, aún lejos de la media de los último años en nuestra comunidad. Destaca la provincia de Sevilla, donde más agua han recogido los embalses y prácticamente se le dice adiós a la sequía. En el lado opuesto, Almería y otras provincias donde aún hace falta mucha más agua. Pero veamos el vaso medio lleno, no seamos tan agonías: tenemos más agua hoy que los últimos dos años. Y eso es una tremenda alegría para todos«, se responde.
Y se añade, poniendo el foco en el motivo por el que los embalses seguirán creciendo estos días pese a que no haya nuevas lluvias que celebrar. La palabra clave es escorrentía: «Ahhhh. Y seguirán subiendo pese a no registrarse lluvias esta semana porque las escorrentías seguirán debido a la saturación del suelo».
Las escorrentías
Y es que la abundancia de lluvia como la que han aportado las últimas borrascas «no significa un aumento directo del nivel de los embalses», tal y como ha apuntado en más de una ocasión el técnico de agua de WWF España, Rafa Seiz.
Las precipitaciones pueden producirse en las inmediaciones de los pantanos, en lugar de exactamente encima, pero es que, además, «siempre hay cierto tiempo de desfase» desde el momento en que la lluvia alcanza la tierra y el momento en el que llega a ellos, por lo que «por mucho que llueva eso no tiene por qué traducirse en un incremento inmediato».
El técnico explica que la lluvia origina dos tipos de escorrentía: la subterránea -«el agua discurre por el terreno, se filtra y se mueve bajo tierra»- y la superficial -«la que llega a los cauces de los ríos y, desde ahí, desemboca en el embalse».
En la zonas impermeables, toda el agua tiende a ir hacia el punto más bajo «que suele ser el río» y de esta manera se puede apreciar un incremento más rápido del nivel de los pantanos, sobre todo los de menor tamaño, mientras que en las permeables como la del Alto Guadiana, donde el suelo es más poroso, se hunde en la tierra hasta llegar a los acuíferos y sólo cuando la escorrentía subterránea se satura, el exceso llega de nuevo a superficie e incrementa el volumen fluvial.
