Sucesos
«¡Como entréis os apuñalo!», la Policía logra reducir con un táser a un atrincherado armado en El Puerto
El hombre estaba fuera de sí y en actitud muy violenta por lo que su familia había pedido auxilio. Los agentes tuvieron que solicitar refuerzos
Un equipo médico intentó atenderle pero se negaba y comenzó a autolesionarse y a proferir amenazas de muerte a los policías
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Un agente de Policía Nacional con una pistola táser de dotación.
Una situación de muchísima tensión se vivía este pasado sábado en El Puerto cuando un hombre fuera de sí y con actitud muy violenta se encerraba en su casa y, armado con dos cuchillos, ambos de grandes dimensiones, llegaba a lesionarse a sí mismo y amenazaba con herir a los agentes que habían acudido al aviso.
Según ha podido saber este periódico, los hechos sucedían por la tarde en un piso del Barrio Alto de la ciudad. En primer lugar acudía una patrulla tras tener conocimiento de que se podía estar produciendo un episodio de violencia doméstica en dicho inmueble. Al llegar, los agentes se encontraban a este hombre en el rellano en un elevado estado de agitación y nerviosismo. Un familiar les indicaba que tenían que llevarlo al hospital por padecer de brotes psicóticos y no tomarse la medicación pautada y que además esa situación ya se había repetido otras veces por lo que tenían mucho miedo. Sin embargo el sujeto se negaba.
Viendo el estado que presentaba los policías daban aviso a emergencias médicas que acudían también de inmediato. Uno de los médicos intentaba dialogar con él, sin embargo no deponía su actitud y se negaba a recibir asistencia cada vez más alterado. El facultativo alertaba que era urgente que fuera trasladado al hospital por lo que los efectivos desplazados pedían refuerzos para intentar controlar la situación.
En ese momento el hombre entraba en la casa y cogía dos cuchillos y empezaba a proferir amenazas de muerte a los presentes. A los pocos minutos se calmaba pero seguidamente volvía a ponerse en actitud muy violenta cerrando la puerta del piso a la vez que amenazaba con autolesionarse y agredir a quien entrara. Los efectivos viendo la posibilidad de que esta persona se hiriera de gravedad intentaron durante varios minutos negociar con él para que se tranquilizara y soltara los cuchillos, pero la situación era cada vez más extrema. «¡Estoy apuñalando la puerta!, «¡os voy a llevar a alguno por delante!». «¡Como entréis os apuñalo!», gritaba.
En uno de esos momentos, abría de nuevo y volvía a advertir que se iba a clavar el arma, mientras que los policías seguían intentando calmarle. Por contra, se revolvía y, según las fuentes consultadas, comenzaba a clavarse los cuchillos. Fue entonces cuando uno de los agentes desplazados que había acudido de refuerzo con una pistola táser hacía uso de ella y le disparaba para poder inmovilizarlo. Otros agentes podían entonces ya reducirlo. Posteriormente era trasladarlo a la comisaría y también a que pudiera recibir atención médica, no sin que durante todo este tiempo dejara de proferir graves insultos y amenazas e incluso pegar patadas durante todo su traslado.
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