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El descanso del guerrero
El Buque Escuela Juan Sebastián Elcano entrará en dique seco el próximo 11 de agosto para someterse a diferentes obras de cara al 98º Crucero de Instrucción
El nuevo comandante del JS Elcano, tras conocer la noticia: «En el momento en el que me entero me quedé en shock»
El Buque Escuela Juan Sebastián Elcano
El Buque Escuela «Juan Sebastián de Elcano» al fin descansa en casa. Tras más de seis meses de travesía, 17.000 millas náuticas y ocho países, el emblemático navío de la Armada rememora, atracado en el muelle de La Carraca, un 97º Crucero de Instrucción que ha sido especial. La princesa Leonor, quien siguió los pasos de su padre, el rey Felipe VI, fue una guardiamarina más a bordo del majestuoso JS Elcano. Pero no hay mucho tiempo para mirar al pasado. Pocos días después de la ansiada llegada al puerto de Cádiz, el buque escuela ya mira al horizonte y prepara el siguiente crucero de instrucción, que contará con un nuevo capitán de la expedición, el comandante de navío José María de la Puente Mora-Figueroa.
A bordo, el trasiego de personal no cesa. Las velas que han surcado durante seis meses medio mundo ya están desenvergadas y un grupo de operarios desembarca los botes salvavidas mientras otro coloca tablones de madera para proteger la cubierta. Este lunes, el buque escuela se someterá a una serie de obras en Navantia San Fernando y, para ello, es necesario que antes de entrar en dique seco se lleven a cabo una serie de actuaciones de acondicionamiento. En este sentido, las obras de mayor entidad que se van a producir van a consistir en el cambio de la planta del aire acondicionado y del tratamiento de residuos, así como la revisión del palo mayor proel y el palo mayor popel, según ha avanzado el nuevo comandante de navío José María de la Puente (Madrid, 1973) en una entrevista a LA VOZ de Cádiz. «La Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada a través de la Jefatura de Mantenimiento de Cádiz tiene un plan logístico para mantener el buque tal y como está durante tantos años», afirma. Las actuaciones de mantenimiento se realizarán hasta el mes de diciembre, semanas antes de comenzar el nuevo crucero de instrucción.
Preparativos para la entrada al dique seco
El 25 de julio se produjo la entrega de mando en el buque. En un acto presidido por el Almirante de Acción Marítima, vicealmirante Victoriano Gilabert Agote, Luis Carreras-Presas do Campo le entregó las llaves del buque escuela a su sucesor al mando, el comandante de la Puente. «Las sensaciones al ser nuevo comandante del buque escuela son inenarrables. En el momento en el que me entero me quedé en shock. Una vez lo asimilas, te sientes un poco abrumado por la responsabilidad que conlleva mandar un buque, y este tan emblemático pues con más motivo«, explica el nuevo comandante del Juan Sebastián Elcano, quien siente »mucha ilusión y compromiso« tras asumir el cargo. »No me lo esperaba, siempre es un sueño; pero los sueños, sueños son«.
Pero en la placa en la que residen todos los nombres de los capitanes de navío del buque escuela, el apellido De la Puente se repite más de una vez. Su tío abuelo, su padre y su hermano mayor ya saben lo que es estar al mando de un icono de la Armada. «Estar ahí incluido es emocionante. Es un orgullo para la familia y además una motivación para trabajar cada día más y mejor», afirma. La familia De la Puente siempre ha llevado a las Fuerzas Armadas en la sangre. «Mis tíos, mis primos y mis tíos abuelos pertenecían al Ejército de Tierra; pero es verdad que en el árbol genealógico el hermano mayor siempre fue marino».
El nuevo comandante del JS Elcano, José María de la Puente Mora-Figueroa.
Fue precisamente con su padre cuando tuvo la primera toma de contacto con el legendario barco. «Tendría yo 10 años y lo recuerdo como algo majestuoso, inmenso, de película. Ese fue el primer impacto, además lo tengo muy grabado», rememora el comandante de la Puente. Un puñado de años después sería él quien, como su padre, esté al mando del Juan Sebastián Elcano.
A la experiencia con su padre le sigue un momento importante y especial de su carrera profesional: cuando embarcó como guardiamarina en 1996. «Era volver a cargar las baterías de ilusión, de ganas por conocer cómo iba a ser un periodo prolongado en la mar, de aprendizaje. La mar es dura y se aprende mucho cada día», recuerda de su crucero de instrucción, en el que vieron el «legado español» en aquellos puertos del resto del mundo donde atracaban. En el siguiente crucero de instrucción, el suyo como guardiamarina cumplirá 30 años; sin embargo, el Juan Sebastián Elcano, que está a punto de cumplir un siglo de vida, ha logrado mantener su esencia pero se ha adaptado a los nuevos tiempos. «La identidad es exactamente igual. Cuando vas a un barco nuevo destinado, no solo como comandante, tienes esa inquietud por conocer sus entresijos. Aquí llegas y lo conoces todo perfectamente, pero es que el interior ha cambiado mucho, se ha modernizado, ha habido mucho avance, han hecho un plan de modernización y sobre todo de conseguir que el barco sea lo que es después de casi un siglo de vida», expresa.
«Mi ilusión es que la dotación venga a trabajar contenta»
Nacido en Madrid pero con raíces gaditanas —y abonado del Cádiz C.F—, el comandante José María de la Puente sostiene que desde el punto de vista profesional es un «inmenso honor» y una gran «responsabilidad» porque «lideras hombres y mujeres de la dotación y contribuyes a la formación de los futuros oficiales de la Armada».
Dos semanas después de que asumiera el mando del buque escuela, el nuevo comandante reconoce que su mayor intención es «intentar transmitir lo que amo esta profesión y que ellos en el día a día la vivan y aprovechen estar en este buque». «La ilusión que tengo es que la dotación, no me olvido nunca de la dotación y de los guardiamarinas, vengan a trabajar contentos. No solo en la mar, que se levanten y tengan esa felicidad de estar navegando, sino también en puerto», expresa el nuevo capitán de navío, quien pone el foco en la responsabilidad que tienen todos los integrantes del buque escuela cuando están a bordo, ya que «están representando a su país fuera, cuando estamos navegando y en otros continentes».
El reto del nuevo comandante no va a ser otro que conseguir que la dotación sea un «gran equipo», que estén «comprometidos con el barco y con la formación» y que desembarquen amando su profesión y mucho mejor que cómo entraron. «Los guardiamarinas tienen que sentir lo bonito de esta profesión. La mar es dura, pero enriquece y es un aprendizaje único», sostiene.
Línea continuista al mando
El nuevo comandante no tiene pensado implementar grandes cambios en el 98º Crucero de Instrucción. «Es un barco que tiene una organización después de un siglo de vida muy especial y que al final a lo largo de los años se mantiene porque funciona. Yo creo que su estructura no debe cambiar». Sin embargo, eso no significa que no vaya a darle su toque. «Me encantaría, como siempre, poner un poco de mi impronta en el apartado del liderazgo hacia las personas que voy a tener a mi cargo, que es una inmensa responsabilidad, pero es probablemente lo mejor que tiene el mando», expresa. Además, pone el foco en otro apartado trascendental: la seguridad. «Nada sirve si no hay seguridad en el trabajo que realizamos a diario tanto en puerto como en la mar».
El JS Elcano será el cuarto buque en el que mande el comandante De la Puente. Pero el navío gaditano es especial al resto. «La parte de formación es única aquí, es el ser capaz de influir, ser ejemplo e implementar esos valores que los guardiamarinas han recibido desde el día que ingresan en la Escuela Naval. Y también darle ese carácter de ilusión a los guardiamarinas que van a estar a bordo. Dar, apoyar y contribuir a la formación militar, marinera, humana y académica, creo que es elemento diferenciador con el resto de buques», explica.
El crucero de instrucción es importantísimo para la formación de los futuros oficiales de la Armada Española. «Es importantísimo porque es su primera experiencia prolongada en la mar y eso conlleva muchas cosas como integrarse y sentirse parte de un barco y su organización, estar muy comprometidos desde el punto de vista profesional en general y con el barco, y comprometidos con España, porque van a ser representantes de España cuando recalemos en puertos extranjeros», afirma el nuevo comandante, quien añade que «aquí dentro, cuando están 6 o 7 meses, casi 250 hombres y mujeres, hay varios valores que se acrecentan, como el compañerismo, que es fundamental«.
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