Sucesos
Las coincidencias entre el supuesto crimen de Daniel Sancho y el descuartizador de Cádiz
El caso ocurrido en Tailandia ha despertado el recuerdo del suceso ocurrido en la capital a finales de los '80 cuando un joven de 22 años mató a su mejor amigo y despedazó su cadáver
Dos jóvenes. Dos víctimas. Dos asesinatos. Dos descuartizamientos. El primer crimen se investiga aún. El español Daniel Sancho ha sido detenido en Tailandia por, supuestamente, asesinar y descuartizar a su amigo Edwin Arrieta. El segundo ocurrió en 1989, mucho más cerca, en Cádiz. Cuando el estudiante de medicina José Juan Martín Montañés mató y descuartizó a su mejor amigo, Javier Suárez.
Las similitudes de ambos casos son parte de una crónica negra que no deja indiferente a quien se acerca a lo que ocurrió en ambos casos. La historia de Daniel Sancho ocupa estos días mucho espacio en los medios de comunicación. Cocinero de 29 años, hijo y nieto de famosos actores españoles, está actualmente detenido en Tailandia por el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano de 44 años Edwin Arrieta. Ha confesado el crimen, que actualmente está siendo investigado por la policía tailandesa. Pero aún no se sabe el móvil ni lo que ocurrió realmente. Sancho se enfrenta a la pena capital o a la cadena perpetua.
José Juan Martín Montañés era en 1989 un estudiante de Medicina de 22 años. Lo tenía todo planificado. Invitó a su piso de la capital gaditana a su amigo Javier Suárez y, con la excusa de realizar una prueba de acústica, le sentó frente al equipo de música y le vendó los ojos. Por detrás le asestó un fuerte golpe en la cabeza que le dejó malherido. Le remató con una certera cuchillada en el corazón.
Usó sus conocimientos de medicina para descuartizar su cuerpo y lo tiró al mar en diversas bolsas (al igual que Sancho ha confesado que hizo con Arrieta). Previamente había guardado una mano que metió en formol. E hizo pasar la muerte por un secuestro. Mandó cartas a la familia de Javier solicitando un rescate por su vida bajo amenaza de que si no se cumplían los plazos que daba, irían recibiendo partes del cuerpo del joven. 12 millones de pesetas que la familia de Javier ingresó en el banco según las instrucciones de José Juan.
La policía pilló al estudiante de medicina cuando iba a retirar parte de ese dinero de un cajero. Pensaban que era un secuestro. Pero el joven confesó el crimen sin oponer resistencia (al igual que, al parecer, hizo Sancho). Su móvil: el dinero.
En 1991 fue condenado a 36 años de cárcel. Sólo cumplió 15. Muy lejos de lo que, al parecer, puede ocurrir con Sancho. En 2004 José Juan salió de la cárcel y, desde entonces, se encuentra en paradero desconocido.
