Salud

Uno de cada cinco niños gaditanos tienen sobrepeso

Cádiz es una de las provincias de España con una mayor tasa de obesidad severa en los menores de edad

Jesús Mejías

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El sobrepeso infantil es un problema de salud pública cada vez más extendido por todo el mundo. Se define como un exceso de peso corporal en relación con la estatura y la edad de un niño. Esta condición puede tener consecuencias graves para la salud a corto y largo plazo, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y problemas psicosociales. Las causas del sobrepeso infantil son varias e incluyen una combinación de factores genéticos y de estilo de vida, como puede ser una dieta poco saludable y la falta de actividad física.

Este problema de salud puede acarrear una serie de consecuencias adversas para la salud y el bienestar de los niños. Aunque el sobrepeso no es lo mismo que la obesidad, ambos comparten algunas de las mismas implicaciones para la salud. Por un lado aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas, ya que los niños con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta y enfermedades del hígado.

Al igual que ocurre con la obesidad, el sobrepeso puede tener un impacto negativo en la autoestima y la salud mental de los niños, lo que puede llevar a problemas de depresión, ansiedad y trastornos alimenticios. Por otro lado, el sobrepeso puede dificultar la participación en actividades físicas y deportivas, lo que puede llevar a un estilo de vida sedentario y aumentar el riesgo de desarrollar problemas musculoesqueléticos, e incluso puede contribuir a problemas respiratorios como el asma y la apnea del sueño, lo que puede afectar la calidad del sueño y el bienestar general del niño. Por último, a nivel social, los niños con sobrepeso pueden enfrentar el estigma y la discriminación, una situación que puede afectar a su capacidad para socializar y desarrollar relaciones saludables con sus pares.

El sobrepeso infantil en Cádiz

El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) han publicado recientemente un estudio sobre el estado de salud de los niños españoles. De este informe se extrae que el uno de cada cinco niños gaditanos tiene sobrepeso, en concreto el 19,6%. Distinguidos por sexo, el 18,1% de los niños tienen sobrepeso por el 21,1% de las niñas.

En relación a la obesidad, el 13,8% de los niños gaditanos viven con esta enfermedad, en concreto el 13,3% de los niños y el 14,2% de las niñas. El 33,3% de los niños gaditanos viven con un exceso de peso, el 31,4% de niños y el 35,3% de las niñas.

Por otro lado, el 3,8% de los gaditanos menores de edad viven con obesidad severa, es decir, con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 40. El 63,2% viven con un peso normal y solo el 3,5% con bajo peso.

Cabe destacar que Cádiz es la sexta provincia española con una mayor tasa de obesidad severa en los niños con un 3,8%. Solo Melilla (5,8%), Ceuta (5,4), Soria (6,1%), Castellón (6,1%) y Zamora (5,2%) presentan peores cifras que Cádiz.

A nivel nacional, las prevalencias de sobrepeso, obesidad, obesidad severa y exceso de peso son mayores en niños (20,3 %, 13,4 %, 2,9 % y 33,7 % respectivamente) que en niñas (18,1 %, 7,9 %, 1,2 % y 26,0 % respectivamente). Las prevalencias más altas de obesidad, obesidad severa y exceso de peso se observan en el grupo de 6-9 años, mientras que el sobrepeso es más frecuente a los 10-13 años. Estas prevalencias son superiores en los hogares con bajo nivel de estudios, o situados en secciones censales con bajo nivel de renta relativa respecto a su provincia, o donde vive al menos una persona adulta con obesidad o exceso de peso.

«Es un problema de educación alimentaria»

Fernando es nutricionista y revela algunas de las causas y problemas que genera el sobrepeso infantil. «Hemos crecido en una sociedad en el que a los niños de pequeño, cuando hacen algo bien, se les recompensa con un paquete de patatas frita, una tableta de chocolate o cualquier chuchería», por lo que «al final, estamos recompensando con algo malo a un niño por hacer algo bueno».

«Es un problema de educación alimentaria», afirma. «Yo recuerdo que de pequeño en el colegio le mandaban a mi madre un folio de cómo tenían que ser los desayunos, y los viernes ponía que llevásemos bolsas de patatas fritas, eso es una locura».

Para Fernando «desde pequeños hay que enseñar a los niños a que tienen que comer de todo, habrá cosas que no les gusten como a todo el mundo, pero es importante que desde un primer momento se acostumbren a comer frutas y verduras«.

«La falta de nutrientes y llevar una mala alimentación no va a repercutir únicamente en su aspecto físico o que lleve una talla más de ropa, sino también en su calidad del sueño y en su rendimiento académico», señala.

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