Aunque sevillana de nacimiento, María Jiménez tenía un fuerte vínculo con Chiclana donde residió durante 35 años. Tanto es así, que tras su fallecimiento, el municipio le erigió una escultura hace apenas un año.
Ahora, en el que fue su hogar y refugio luce un mural dedicado a la gran artista. Una obra de Diego Pereda (@imaginacionesmias en Instagram) que señala el lugar en el que María Jiménez vivió como una forma de recordar su vínculo con la ciudad.
De hecho, su hijo, en redes sociales, ha mostrado a Pereda en plena faena subido a una escalera y acabando detalles de esta obra que se estrenó este viernes.
Una forma más de mantener vivo el recuerdo de una grande en un lugar en el que era feliz.
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