El capitán de navío ha expresado su satisfacción por haber alcanzado los objetivos académicos y marineros previstos para esta travesía, y ha destacado el excelente estado del barco: «Volvemos a casa con el barco en plena forma, bien mantenido y, como podéis ver, bien bonito». Carreras-Presas ha descrito a Cádiz como «el puerto más especial», subrayando la alegría con la que la ciudad y las familias reciben siempre al buque escuela.
La presencia de la princesa Leonor ha tenido un gran peso, pero el comandante ha hecho hincapié e la normalidad con la que se ha vivido su presencia a bordo: «Seguramente me habrán escuchado decir que todos los cruceros son especiales para los que lo hacemos. Cada año se embarcan alrededor de 250 personas y para todos los que lo vivimos, cada crucero es muy especial. También lo es para sus familias, que durante seis meses siguen con la vida en casa».
Respecto a Leonor, el comandante ha sido claro: «Los guardiamarinas han evolucionado en función de las fases programadas -formación académica, marinera, adaptación, aprendizaje, responsabilidad- y con mucha normalidad y naturalidad hemos vivido este crucero como el anterior».
El viaje ha concluido sin incidentes
El viaje ha transcurrido sin incidentes, con una ruta que ha llevado al 'Elcano' por Sudamérica. «Ha sido un viaje marinero precioso», ha agradecido Carreras-Presas, recordando que navegar por las aguas por las que lo hicieron figuras históricas como el propio Juan Sebastián de Elcano es un honor para cualquier marino español.
Concluido este crucero, el comandante ha señalado que ahora es momento de descanso para la dotación y de empezar a preparar el próximo: «Ya terminamos el 97º Crucero y vamos a disfrutar de nuestras familias. Y pensando ya en el 98º. Sabéis que estamos ya cercanos al centenario del barco».
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