CÁDIZ
El peligro en la Punta de San Felipe de Cádiz: toneladas de basura amenazan el Atlántico
Alertan de la acumulación de residuos en la zona de la ciudad donde más acumulación de personas se da los fines de semana
Quique bolsitas en la Punta de San Felipe
La Punta de San Felipe, en Cádiz, se ha convertido en un foco de contaminación alarmante. Es la denuncia realizada en redes sociales por 'Quique bolsitas' influencer que muestra el problema que tiene el planeta con la acumulación de plásticos y en este caso de residuos que amenazan el medio ambiente.
Es este aspecto, la denuncia se ha vertido en redes sociales advirtiendo de la «zona de gran sensibilidad junto al Océano Atlántico, donde se acumulan toneladas de basura, principalmente plásticos y vidrios, procedentes de los botellones que se permiten en el lugar», según explica el 'influencer' en un vídeo.
Esta zona de la Punta de San Felipe, cerca a los bares y locales de ambiente nocturno, está llena residuos entre los bloques que evitan el combate del temporal con las murallas de la ciudad. Según reconoce Quique bolsitas «el principal problema reside en que, con cada temporal o borrasca, los residuos son arrastrados hacia el mar, lo que supone un auténtico drama para los ecosistemas marinos. La situación ha generado una grave crisis medioambiental que pone en peligro la `fauna y flora del Atlántico«, apunta.
La denuncia subraya una contradicción: mientras se permite la celebración del botellón, totalmente prohibido, «la limpieza de la zona queda completamente desatendida por parte de las autoridades. En un lugar de gran sensibilidad, donde tenemos el mar, el océano Atlántico ahí al lado, la responsabilidad recae exclusivamente en el »voluntariado«.
El activista señala la inacción de las administraciones, afirmando que «se permite el botellón que ocurre ahí arriba, pero aquí abajo no limpia nadie, solo el voluntariado. Esta situación ha convertido la Punta de San Felipe en un vertedero improvisado, con una llamada de urgencia para que se tomen medidas antes de que el daño sea irreversible, insistiendo en que de cara a 2025 esto no puede ser», concluye.
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