CÁDIZ
El gimnasio gaditano que imparte autoprotección para mujeres ante el aumento de agresiones
«El objetivo principal no es la confrontación, sino proporcionar herramientas para escapar de una situación peligrosa», reconoce Lolo Aranda, maestro de Aikido y director de este iniciativa en Chiclana de la Frontera
Cádiz
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Iniciar sesiónEl Shin Gi Tai Dojo de Chiclana de la Frontera acoge este sábado, 15 de noviembre, un nuevo curso de defensa y autoprotección para mujeres impartido por el maestro Lolo Aranda. La formación, de carácter gratuito, está diseñada para que las asistentes puedan aprender técnicas básicas de defensa personal y, sobre todo, para mejorar la seguridad y confianza en sí mismas ante posibles situaciones de riesgo.
«Lo que queremos es que las asistentas puedan aprender defensa personal y mejorar la seguridad y confianza en momentos complejos». Se trata de una formación que, como explica Aranda, se hace necesaria «por desgracia, como estamos ahora mismo, que cada día conocemos nuevas agresiones y casos de violencia de género».
Lolo Aranda, instructor de autoprotección con titulación del Ministerio del Interior, subraya que el curso va más allá de la simple defensa personal. Por ello, se denomina «autoprotección», ya que «no solo se trabaja la parte física de lo que es la defensa personal pura y dura, sino lo que es la parte legal y la parte psicológica a la hora de tratar con las mujeres».
El objetivo principal no es la confrontación, sino proporcionar herramientas para escapar de una situación peligrosa. «Aquí no vamos a destrozar al atacante, aquí lo que queremos es que ante la agresión poder resolverla de la mejor de las maneras, donde no sufra daño, y automáticamente poderme salir corriendo«, aclara el experto.
El perfil de las asistentes, de los 14 a los 70 años
El perfil de las asistentes es extraordinariamente variado, lo cual invita a pensar que todavía queda mucho por delante en cuanto a la seguridad de las mujeres y la eterna lucha contra la violencia de género. Según Aranda, «el abanico por edades es impresionante, con participantes que van desde adolescentes de 14 años, preocupadas por el acoso escolar, hasta mujeres de 70 años. Tampoco existe un perfil físico definido, pues acuden tanto deportistas como mujeres que nunca han practicado ejercicio».
Aranda aclara que «las motivaciones también son diversas: desde quienes buscan una nueva actividad deportiva hasta aquellas que quieren prepararse para si en una desafortunada ocasión pudieran sufrir algún tipo de agresión o, incluso, mujeres que ya han sufrido agresiones de tipo físico o psicológico», destaca.
El instructor, que imparte estos cursos desde 2014, no oculta que ha visto casos muy complicados desde que lleva impartiendo este tipo de cursos. Aranda recuerda una experiencia especialmente dura en un municipio de Sevilla, donde trabajó con un grupo de mujeres que «estaban incluso tuteladas, que estaban en pisos de acogida y eran personas que sí habían sufrido ya lo que eran maltratos y agresiones físicas». En esas situaciones, el trabajo es muy delicado. «Simplemente el hecho de acercarte a ellas, ya veías tú cómo temblaban, vamos, temblaban, lloraban», rememora. «Simplemente el hecho de acercarte a ellas, ya veías tú cómo temblaban, vamos, temblaban, lloraban», añade.
El aikido, técnica sin necesidad de fuerza
Aunque Aranda aplica conocimientos de kárate y 'full contact', la base técnica del curso es el aikido, arte marcial en el que está especializado desde 1996. La elección de esta disciplina no es casual: «En el aikido no necesita tener una complexión, no necesita tener una potencia física», explica. Esto permite que cualquier mujer, sin importar su condición, pueda aprender las técnicas, basadas en luxaciones, bloqueos y movilizaciones que no dependen de la fuerza.
Uno de los objetivos fundamentales del curso es derribar barreras y generar confianza. Se busca que las participantes salgan con una nueva perspectiva y seguridad, «hacerles ver que sí pueden hacerlo, que sí pueden hacer un arte marcial». El fin último, según Aranda, es que «al terminar el taller la mujer entienda que las artes marciales no es solo para los hombres, también pueden hacerlas mujeres». La idea es animarlas a continuar practicando alguna disciplina en cualquier gimnasio para mantener esa seguridad.
El curso es una iniciativa totalmente altruista y tanto Lolo Aranda como los alumnos avanzados que le asisten participan de forma voluntaria. La jornada se desarrollará el sábado 15 de noviembre de 10:00 a 14:00 horas en el Shin Gi Tai Dojo de Chiclana de la Frontera, ubicado en la calle Guitarra de la localidad. Aún quedan plazas disponibles y las inscripciones pueden realizarse a través del teléfono 637 450 183.
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