COMERCIO EN CÁDIZ
La fuga de comercios en edificios emblemáticos del centro de Cádiz sigue y abre más la herida
La reciente marcha de Sfera y el cierre de la sede del Banco Santander en la plaza del Palillero se suman al goteo de persianas bajadas en el casco histórico sin que haya de momento alternativa
La plaza de las Flores de Cádiz se queda sin flores
El Ayuntamiento de Cádiz saca a concurso el alquiler del antiguo local de Sfera del Palillero
Sede del banco Santander de la plaza del Palillero.
El ruido de las bolsas, el eco de las conversaciones en las calles, el bullicio de la gente de otros municipios que venían a Cádiz para hacer comprar, los escaparates que marcaban tendencias. Durante años, el centro histórico de la capital gaditana fue un pequeño milagro urbano. Una ciudad que, pese a sus calles estrechas y a al competencia feroz de los grandes centros comerciales, mantenía viva una red de tiendas emblemáticas. Pero ese latido se ha ido apagando.
La sucesión de cierres en espacios estratégicos, como son Zara en Columela, Sfera en Palillero, el Banco Santander en esta misma plaza, dibuja una estampa que inquieta a cualquier gaditano que ve a su ciudad echarle el cierre a los comercios de siempre. Lugares que fueron referentes de consumo y hoy lucen persianas bajadas, licitaciones fallidas y edificios silenciosos. Cádiz, que siempre tuvo en el comercio una de sus señas de identidad, observa cómo su escaparate más visible se vacía poco a poco.
Es septiembre y quedan los últimos coletazos del verano. La oleada de turistas se hace sentir en cada rincón del casco antiguo. La calle Columela sigue estando abarrotada, pero ya no es lo mismo. Siempre fue la arteria comercial de la ciudad. Desde hace décadas hasta hoy, su trazado recto y luminoso ha acogido las tiendas más deseadas. Joyerías, comercios de barrio de renombre, ópticas históricas y, en tiempos recientes, las grandes cadenas de moda.
Por eso, cuando en 2020 Inditex decidió echar el cierre a sus tres tiendas -Zara, Oysho y Massimo Dutti- la noticia fue un golpe simbólico. La marca representaba el consumo masivo, la moda al alcalde de todos, desaparecía del centro. Las razones oficiales apuntaban el desacuerdo con el modelo de comercio que quieren llevar: ubicarlas a todas en los centros comerciales.
Desde entonces, dos de esos locales han sido sustituidos, pero el gran Zara -el de mujer porque el de hombre sí tiene actividad- permanece vacío. Cada día, cientos de vecinos y turistas cruzan por delante de esas persianas cerradas que posa un gran cartel desde hace tiempo en busca de unos padres. Lo que en su día referente comercial se ha convertido en una cicatriz visible en pleno centro histórico.
Edificio de Zara de mujer, que continúa en búsqueda de dueños.
La laza del Palillero, con dos locales menos
Unos metros más allá, en la plaza del Palillero, el panorama no es más alentador. A finales de 2024 cerró sus puertas la tienda de Sfera, otro de los nombres fuertes que garantizaban movimiento en la zona. El local, propiedad del Ayuntamiento, fue puesto en alquiler con un canon mínimo superior a los 100.000 euros anuales. Sin embargo, ni la primera ni la segunda licitación han conseguido atraer a interesados.
A escasos metros, en la plaza del Palillero, el panorama no es más alentador. A finales de 2024 cerró sus puertas la tienda de Sfera, otro de los nombres fuertes que garantizaba movimiento en la zona. El local, propiedad del Ayuntamiento de Cádiz, fue puesto en alquiler con un canon mínimo superior a los 100.000 euros anuales. Sin embargo, en al primera licitación no consiguieron atraer a interesados.
Tras quedar desierta la primera convocatoria, hace unos días, se volvió a publicar por segunda vez. Se trata de un espacio de más de 1.100 metros cuadrados. El nuevo concurso mantendrá las condiciones de la primera licitación: un contrato de 10 años, con una renta mínima de 103.652 euros anuales (unos 8.600 euros al mes), lo que supone un precio de 7,52 €/m², sensiblemente inferior al que actualmente se paga en locales similares del centro, donde puede alcanzar los 20 €/m². Ahora se vuelve a estar a expensas de encontrar alguna entidad que quiera hacerse cargo.
Ese vacío resulta todavía más significativo porque el inmueble formaba parte de un proyecto municipal emblemático. La transformación de los antiguos multicines del Palillero en espacios comerciales y culturales Sin embargo, hoy, el edificio luce cerrado y sin uso.
La puntilla la pone la inminente marcha del Banco Santander. Su histórica sede, levantada a finales del siglo XIX, dejará de funcionar como oficina, según confirman algunos clientes que se les ha informado sobre su mudanza a la sede de la calle San Francisco. La entidad alega la digitalización y la reducción de sucursales, pero la consecuencia es la misma. Otro edificio icónico que queda huérfano en pleno centro gaditano.
Una tendencia que preocupa
Los tres casos -Zara, Sfera y Santander- no son anécdotas aisladas. Forman parte de una tendencia que preocupa a vecinos y comerciantes. La dificultad de mantener actividad en grandes locales del centro histórico.
Los precios de alquiler disparados, unidos a la transformación de los hábitos de consumo, han creado una tormenta perfecta. Las grandes cadenas prefieren ubicar sus tiendas en centros comerciales de la periferia o volcarse directamente en el comercio online. El resultado es una paradoja. Espacios de alto valor patrimonial, situados en puntos estratégicos y con enorme tránsito de personas, permanecen vacíos durante años.
El impacto de estos cierres va más allá de los económico. Cada persiana bajada en cualquier plaza de la ciudad no solo resta movimiento, también erosiona la identidad de la ciudad. «El centro sin comercio se muere», repiten con frecuencia los comerciantes que sí resisten al cambio. A los nuevos tiempos. Porque cada cierre arrastra a los bares de alrededor y apaga la vida vecinal y urbana que hace del casco histórico un lugar donde estar. Y vivir.
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