Cádiz
Una empresa denuncia impagos en la construcción del edificio de Incubazul
zona franca
Se trata de una subcontrata que asegura que la constructora adjudicataria de los trabajos, Díaz Cubero, les adeuda un importe superior a los 100.000 euros
La Zona Franca tiene conocimiento de la situación y ha solicitado un informe a la constructora para conocer el estado de las deudas con los proveedores
En su objetivo de dinamizar la economía azul y ser una entidad que tutele las buenas ideas vinculadas al mar, la Zona Franca impulsó la construcción del edificio Incubazul, que comenzó a dar pasos adelante en el verano de 2022 con la colocación de la primera piedra que puso la ministra María Jesús Montero.
El proyecto contempla unas instalaciones que serán una referencia en sostenibilidad, pues estará hecha con hasta 54 contenedores marítimos que de esta forma tendrán una segunda vida para que los emprendedores desarrollen sus iniciativas.
Las obras, con un presupuesto de en torno a unos tres millones de euros, fueron encargadas a la constructora Díaz Cubero, de Alcalá de Guadaíra, que fue la empresa que se hizo con la adjudicación de una de las iniciativas estrella de Zona Franca.
El 80% del dinero destinado al lugar en el que las start-up marítimas comenzarán a coger vuelo procede de los fondos europeos FEDER, mientras que el montante restante lo pone la entidad dependiente del Estado, que sigue atrayendo a empresas al recinto fiscal.
El plazo para ejecutar los trabajos era inicialmente de 14 meses, aunque todo apunta a que finalmente estará listo alrededor del verano en ciernes, no llegando a los dos años de una construcción iniciada en julio del año 2022.
Sin embargo, cuando Incubazul ya está cerca de ser una realidad, una empresa subcontratada por Díaz Cubero denuncia que la constructora les adeuda un montante superior a los 100.000 euros, una cantidad que estiman muy elevada y que compromete su actividad al tratarse de una pyme.
Una fuente de la empresa que dice estar sufriendo estos impagos asegura que desde un primer momento cobran tarde y mal, pero la situación ha cambiado y desde hace meses reciben unos pagarés que no se pueden cobrar por falta de liquidez.
A juicio de la subcontrata, la constructora ha ido desarrollando partes de la obra con unos costes muy superiores a los que tenía presupuestados, lo que ha tensionado la situación económica de la empresa y ahora incluso podrían tener problemas hasta para finalizar la construcción del edificio.
Dicha compañía prestadora de servicios prefiere mantener su nombre en el anonimato para no condicionar los futuros acontecimientos y evitar posibles situaciones contraproducentes en caso de que la problemática encalle y tengan que acudir a la justicia, aunque creen que no son la única compañía a la que adeudan importantes cantidades de dinero.
La Zona Franca es consciente de esta situación y en las últimas horas ha solicitado a la empresa Díaz Cubero un informe con la relación de proveedores y el estado de los compromisos adquiridos con los mismos, a fin de saber si efectivamente esas deudas son reales.
En cualquiera caso, desde la autoridad fiscal muestran tranquilidad porque han ido pagando puntualmente a la adjudicataria y, teniendo en cuenta lo avanzado de las obras, esperan que la constructora termine Incubazul en la fecha prevista y al corriente de pagos, aunque este extremo choca con la versión de la subcontrata de turno, que cree que sin liquidez los plazos pueden dilatarse.
Este periódico se ha puesto en contacto con la constructora Díaz Cubero, pero no ha recibido respuesta sobre esta supuesta deuda, por lo que se desconoce la versión de los hechos de la empresa encargada de dar vida a un ambicioso proyecto como Incubazul.
