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Emasa compra coches ponemultas para las zonas azul, verde y naranja de Cádiz

Son dos vehículos eléctricos, uno ya en pruebas, dotados de doble cámara en el techo y un 'software' que avisa a los controladores a pie

Uno de los coches 'prevencar' de la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz. la voz
José Landi

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La plantilla de coches denominados técnicamente 'prevencar' ('ponemultas' en términos coloquiales) crece en la capital gaditana. A los vehículos utilizados por la Policía Local, con una cámara en el techo y un programa informático (o 'software') para sancionar todo tipo de infracciones se sumarán en pocos días dos coches eléctricos, con dos cámaras cada uno, adquiridos por la Empresa Municipal de Aparcamientos (Emasa) para su uso especializado.

Los vehículos utilizados hasta ahora por la Policía Local pertenecen, en realidad, a la Mancomunidad de Municipios de la Bahía que se los cede a los ayuntamientos de la comarca que lo solicitan (Cádiz está entre los pocos que lo utilizan) para realizar campañas concretas por un periodo limitado.

Fuentes de la oposición municipal, de la Policía Local de Cádiz y representantes sindicales en la plantilla de Emasa confirman que la empresa municipal ha adquirido dos coches para uso exclusivo de este departamento municipal. Sólo serán usados por controladores de las zonas de aparcamiento regulado, las conocidas como zona azul, naranja y verde.

Un vehículo ya circula

Uno de los vehículos ya está en periodo de pruebas y este martes era visible, por el Campo del Sur, una vía con aparcamiento de zona azul en ambos sentidos a lo largo de casi dos kilómetros.

Los representantes de la plantilla matizan que el nuevo vehículo, conducido por uno de los operarios de Emasa, uniformado, que habitualmente revisa el pago de los coches estacionados no emite la multa de forma directa, como sí sucede con los de Policía Local.

En el caso de estos nuevos eléctricos de Emasa, la captura de la matrícula a través de las cámaras no provoca la sanción de forma inmediata. Según los portavoces sindicales, el programa informático de estos dos coches comprueba si el coche cuenta con ticket, o con la placa que autoriza el aparcamiento por residencia o abono. Caso de que no esté pagado, lanza un aviso al controlador de la zona para que pueda acercarse y sancionar.

Aunque la mecánica sancionadora es distinta, e indirecta, las mismas fuentes de la plantilla admiten que provocará un incremento de multas. Las acusaciones de afán recaudatorio dirigidas a Emasa parecen inevitables cuando ambos vehículos entren en funcionamiento. Por el momento sólo hay uno en pruebas y el ajuste del 'software' «da bastantes problemas» hasta que culmine el periodo de ajuste.

Los portavoces sindicales y miembros de la oposición municipal afirman también que la compra de estos vehículos responde a «la imposibilidad de que los controladores de Emasa, a pie como hasta ahora, puedan revisar y sancionar tantos coches estacionados. Las zonas azul, naranja y verde han crecido tanto en los últimos tres años que no hay operarios suficientes para supervisarlas, para mantener el mismo ritmo de sanciones que se daba hasta 2018, por ejemplo».

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