Fiestas
Cádiz vive con pasión la celebración del Corpus
La jornada dominical comenzó a las 08.00 horas en la capital gaditana con el traslado del Señor del Milagro al altar de calle Nueva
Traslado de imágenes para el Corpus de Cádiz
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Cádiz vivió con intensidad y fervor una nueva celebración de la festividad del Corpus Christi, que arrancó puntualmente a las 08.00 horas con el traslado del Señor del Milagro, titular de la hermandad de La Cena, hasta el altar efímero dispuesto en la calle Nueva. Con un calor sofocante desde primera hora de la mañana en la capital gaditana, la imagen recorrió las calles Compás de Santo Domingo, Plocia, San Juan de Dios y Nueva.
A las 09.30, dio comienzo la diana floreada a cargo de la banda de música Maestro Agripino Lozano de San Fernando, que desfiló por el itinerario previsto para la posterior procesión: Catedral, Compañía, Santiago, plaza de Candelaria, Cardenal Zapata, plaza de San Agustín, San Francisco, Nueva, plaza de San Juan de Dios, Pelota y la plaza de la Catedral.
A esa misma hora, comenzó en la Catedral el pontifical del Corpus, presidido por el obispo diocesano Rafael Zornoza, mientras que en Santa Cruz se celebraba una eucaristía destinada especialmente a los niños de Primera Comunión, quienes también formaron parte del cortejo eucarístico. El amplio cortejo lo formó también las cofradías de Cádiz, grupos parroquiales y distintas representaciones civiles, militares y religiosas.

Durante su homilía, Monseñor Zornoza recordó que el Corpus Christi es una renovación del misterio del Jueves Santo. «La fiesta del Corpus Christi constituye una importante cita de fe y de alabanza para toda la comunidad cristiana. Pues confesamos abiertamente nuestra fe en Dios, en Jesucristo vivo que está realmente presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Confesamos que el misterio eucarístico es el don que Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito de Dios por cada hombre. Es la fuente, el corazón, la cumbre de toda la vida cristiana donde se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia. Al celebrar esta fiesta volvemos necesariamente al Cenáculo. Al día en que Cristo la víspera de su pasión, instituyó la Eucaristía. Pues como sabemos el Corpus Christi constituye una renovación del misterio del Jueves Santo».
Por otro lado, el obispo diocesano hizo un llamamiento a la caridad, en sintonía con la celebración paralela del Día de la Caridad. «El amor a la Eucaristía se hace patente en la caridad, especialmente con los más necesitados. Comulgar al Señor ha de traducirse en amar a los pobres cercanos o lejanos a través de nuestra entrega y solidaridad. Por eso celebramos hoy este Día de la Caridad que declara la unión entre fe y amor, Eucaristía y caridad, que es el distintivo de la Iglesia desde sus orígenes, porque el Hijo de Dios se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza. Adorar a Cristo en la Eucaristía nos debe conducir a abrazar al Señor amando al padre, como Él y compartiendo con los pobres también la vida y nuestros bienes», afirmó, subrayando la labor de Cáritas Diocesana y la unión indisoluble entre fe, amor y compromiso social.
La procesión eucarística
A las 10.45 horas tuvo lugar la salida de la procesión eucarística, con una gran novedad, la recuperación de las imágenes de San Servando y San Germán, patronos de Cádiz, obras de Luisa Roldán, concebidas originariamente para esta procesión y que este año regresaron al cortejo, enriqueciendo el valor artístico y patrimonial del mismo.
La procesión contó con la participación de hermandades, grupos parroquiales, movimientos de la Iglesia Diocesana, los niños de Primera Comunión y diversas representaciones civiles, militares y religiosas, configurando un desfile solemne y participativo que recorrió las calles del centro histórico. Al concluir la procesión, el obispo impartió la bendición con el Santísimo en la puerta de la Catedral, marcando el cierre del acto litúrgico.
Traslados de regreso
A partir de las 13.00 horas aproximadamente, comenzaron los traslados de regreso de los pasos a sus respectivos templos. El Beato Diego partió hacia su capilla por el itinerario habitual: Catedral, Compañía, Santiago, Candelaria, Montañés, Palillero, Novena, Valverde, Cánovas del Castillo, San José, Enrique de las Marinas y Bendición de Dios.
Por su parte, la Virgen del Rosario emprendió el regreso a Santo Domingo desde la plaza de la Catedral por Pelota, San Juan de Dios y Sopranis, acompañada por la banda de música Maestro Dueñas. El Señor de la Sagrada Cena también tomó el camino de vuelta desde la calle Nueva hacia Santo Domingo, acompañado por la agrupación musical Polillas, pasando por San Juan de Dios, Sopranis y Compás de Santo Domingo.
Fue pasadas las 15.00 horas cuando se dio por finalizada la celebración del Corpus Christi en Cádiz, tras una intensa jornada marcada por el sofocante calor en este inicio del verano en el que la capital se reencontró con una de sus tradiciones religiosas más significativas.
La celebración del Corpus Christi continuará el próximo domingo, 29 de junio, con la Eucaristía de la Octava, que tendrá lugar a las 12:00 horas en la Catedral de Cádiz. Una nueva oportunidad para que los fieles se reencuentren con el misterio eucarístico, centro de la vida cristiana.
Una tradición del año 1264
El Corpus Christi es una de las festividades religiosas más antiguas y destacadas de Cádiz. Aunque su institución oficial para toda la Iglesia se remonta a 1264 por el papa Urbano IV, ya se celebraba en Lieja desde 1246. España acogió con entusiasmo esta solemnidad, como demuestran las fastuosas custodias que desfilan cada mes de junio por las calles de ciudades como Cádiz, Sevilla o Granada.
La custodia gaditana es una joya del siglo XVII, culminada en etapas posteriores. Se atribuye al orfebre Alfonso Suárez, quien la labró en 1664. Mide tres metros y medio, pesa 390 kilos y es considerada la más alta del país. En su interior alberga el «Cogollo», una custodia más pequeña, atribuida al flamenco Enrique de Arfe y datada en el siglo XVI.
La estructura se divide en tres cuerpos: el inferior, donde se sitúa el Cogollo; el intermedio, con una imagen de Cristo Resucitado; y el superior, coronado por una figura alegórica de la Fe. El conjunto se completa con el zócalo, obra de Bernardo Cientolini (1692), y el carro procesional, realizado por Francisco Arena en 1721. La custodia es guiada por ocho miembros de la Orden Tercera de Servitas.
A lo largo de la Edad Moderna, el Corpus fue ganando relevancia en la ciudad, pero fue en el siglo XIX, con el impulso del alcalde Juan Valverde en 1861, cuando tomó su forma actual. Se instituyeron festejos callejeros y se popularizó la llamada «Velada del Corpus», con gran acogida entre los gaditanos.