música

Cádiz se rinde al embrujo del 'pueblo salvaje' de Manuel Carrasco

Más de 23.000 personas hicieron historia en el estadio Carranza este sábado, cantando al unísono y entregándose por completo al 'poder' del artista, que vuelve a dejar una huella imborrable

Así resonó la esencia de Martínez Ares en las voces de Manuel Carrasco y Miguel Nández

Fotos: Manuel Carrasco se hace más gaditano en Carranza

Manuel Carrasco, durante la actuación. ANTONIO VÁZQUEZ

El estadio Carranza no fue solo un escenario este sábado por la noche. Ni un campo de juego donde el conjunto amarillo se la jugaba. Fue un corazón abierto. Un lugar donde más de 23.000 personas latieron al ritmo de un artista que ya no canta canciones: las vive, las sangra y las comparte como si fueran confesiones necesarias. Manuel Carrasco volvió a hacer lo que mejor sabe: emocionarse y emocionar. Y lo hizo en Cádiz, donde el mar y la música se fundieron en una noche inolvidable.

Desde que sonaron los primeros acordes de 'El grito del niño', el ambiente estaba cargado de energía. El público, entregado desde antes de que el artista pisara el escenario, respondió como si cada palabra fuera parte de su propia historia. El onubense, que se encuentra en plena gira de su álbum Pueblo Salvaje, demostró por qué es uno de los cantautores más queridos y auténticos del panorama español.

Entre temas recientes como 'Pueblo Salvaje», 'Salitre' o 'Hay que vivir el momento', y clásicos ya imprescindibles como 'Que nadie', 'Siendo uno mismo' o 'No dejes de soñar' el artista tejió un concierto que fue mucho más que un espectáculo. Fue un refugio emocional. Una especie de tregua en la que todos los presentes, desde la primera fila hasta las gradas más altas, encontraron algo de sí mismos en la voz rota y valiente de Manuel Carrasco.

El estadio gaditano, más inmenso y vibrante que nunca, se iluminaba con la calidez de miles de voces que no cesaban de cantar al unísono. Las pantallas mostraban imágenes que reflejaban el alma de las canciones, pero lo que realmente brillaba esa noche era la conexión entre Manuel Carrasco y el público. Cada acorde, cada verso, encontraba su respuesta en un mar de gargantas que se entregaban sin reservas, creando un momento de complicidad total. No era solo un concierto, era una celebración compartida, donde las emociones fluían libremente, recordándonos que la música, en su forma más pura, tiene el poder de unir.

Uno de los momentos más especiales de la noche llegó cuando Carrasco, visiblemente emocionado, dedicó unas palabras a Cádiz: «Qué suerte tengo de estar aquí, con vosotros. Cádiz tiene algo en el aire, en la piel… que se te queda para siempre». Y seguidamente, se vivió una sorpresa muy especial: una colaboración inesperada con el talentoso Miguel Nández. Juntos, interpretaron el emotivo pasodoble 'Recuerdo que era mayo', de la comparsa 'La Ventolera' de Antonio Martínez Ares, que resonó con fuerza. El momento fue aún más significativo al ser un tributo a la tierra y a las raíces compartidas entre ambos artistas.

Homenaje a Juan Carlos Aragón

Manuel Carrasco, profundamente conmovido por la energía y el calor del público gaditano, culminó su declaración a Cádiz con un gesto muy especial. Tras la colaboración con Miguel Nández, el cantante dedicó unas palabras que fueron directamente al corazón de la ciudad: «Cádiz, siempre seréis mi hogar, mi alma, mi inspiración». La noche alcanzó su punto más emotivo cuando Carrasco, acompañado por el público y por los ecos de la música gaditana, interpretó el pasodoble 'Un amigo es un amigo' de Los Condenaos, el homenaje del maestro Juan Carlos Aragón a la amistad de un padre y a la vida. La letra, cargada de sentimiento y compañerismo, resonó en todo el estadio, recordando a todos la importancia de los lazos que nos unen. Al finalizar, y como si fuera una declaración unánime de todos los presentes, miles de voces cantaron al unísono: «Menos trabajo, más Carnaval», una muestra de la hermandad entre el arte, la ciudad y la vida que, esta noche de sábado, se convirtió en una celebración inquebrantable de Cádiz.

Hubo tiempo para la fiesta también. Para la alegría. Para bailar con el viento y gritarle a la vida. Pero incluso en esos momentos de euforia, lo que se respiraba era autenticidad.

Atravesando ya el ecuador del concierto, Manuel Carrasco mantuvo a su público completamente entregado con una sucesión de temas que no dejaron de emocionar. 'Tambores de guerra', 'Bésame otra vez' y 'Me dijeron de pequeño' se sucedieron con una fuerza imparable, cada canción cargada de su sello único, fusionando la pasión y la poesía en una experiencia que parecía trascender las barreras del tiempo. Cada acorde era un recordatorio de su capacidad para conectar con el alma de quienes lo escuchan.

Pero fue 'Mujer de mil batallas' el tema que marcó un antes y un después en la noche. Con esta canción, Carrasco rindió un homenaje rotundo a todas aquellas mujeres que, día tras día, luchan, principalmente contra el cáncer, especialmente el de mama, y a quienes les brinda apoyo y esperanza en su proceso de curación. La canción, cargada de fuerza y ternura, unió a todos en un mismo sentimiento de admiración y respeto. Las voces del público se alzaron al unísono, reflejando la fuerza de esa letra que, más que una canción, se convirtió en un himno de empoderamiento y gratitud.

La ciudad de Cádiz, entregada

Y ya, para cerrar con broche de oro, el público, en su máximo éxtasis, no dejó de saltar y cantar al unísono con canciones como 'Prohibida', 'La reina del baile' y 'Tan solo tú'. Cada acorde parecía encender aún más la energía que se respiraba en el estadio, y Carrasco, imparable, siguió deslumbrando a todos.

Con 'Tengo el poder' dejó claro, una vez más, que él, junto a su público, tenían ese poder. Un poder que no solo se mide en decibelios, sino en la conexión, en la emoción compartida, en la magia de una noche que, sin duda, quedará para la historia. Un concierto que, como su propia canción, tuvo todo el poder de marcar un antes y un después en los corazones de quienes vivieron ese momento. Porque hay que vivir el momento...

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios