Kiko Rivera pasa por el hospital sin noticias de su madre Isabel Pantoja

Kiko Rivera explicó el jueves en varias stories de Instagram que se encontraba en el hospital con una vía puesta y se le podía ver con una bata azul marino antes de ser intervenido mandando el siguiente mensaje: «Pues nada... a quirófano. Deseadme suerte» .

Tras darle emoción al proceso, tras la intervención Kiko de nuevo a través de Instagram daba a conocer el motivo de su ingreso y tranquilizaba a su millón de seguidores acerca de su estado de salud:

«Gracias por el trato en esta migración de banda gástrica. Ya os contaré más adelante pero me ha hecho un daño bastante importante en el estómago ».

Tras la explicación, que iba acompañada de una fotografía del aparato, explicaba que le toca un periodo en el que debe poner sus salud por delante de todo y agradecía a las que parecen ser las personas más importantes de su vida el apoyo recibido:

« Comienza una nueva vida y toca cuidarse al 100% . No me quiero olvidar de dos de mis pilares fundamentales que no me dejan solo en ningún momento, mi mujer Irene Rosales y mi compadre Fran Sánchez».

Hace unos días publicábamos que Isabel Pantoja había pasado completamente sola su 65 cumpleaños en Cantora . Ni rastro de sus dos hijos, ni Kiko Rivera ni Isa P , con los que en estos momentos no mantiene ningún tipo de relación.

Sobre todo con el DJ, como hemos podido deducir por las palabras de agradecimiento hacia su mujer y su amigo tras su intervención. Ni rastro de su madre. Ni rastro de Isabel Pantoja .

Es duro ver como una madre y un hijo no tienen ningún tipo de contacto en una semana en la que ella cumple 65 primaveras y él es intervenido quirúrgicamente .

Y es que, sin ningún género de dudas, hay un paso atrás en la relación entre madre e hijo desde la emisión del documental 'Cantora, la herencia envenenada' , en el que Kiko Rivera se dedicó a destrozar a su madre acusándola de no haberle querido dar la parte de herencia que según él le correspondía tras el fallecimiento de su padre Paquirri.

Desde entonces, con denuncias de por medio, la situación de la familia está peor que nunca. No se hablan ni se espera que lo hagan (al menos a corto plazo).