Final feliz para «Rylee», un perro de diez años de la raza pastor belga Malinois , que, tras caerse de la embarcación en la que viajaba con sus dueños, que habían decidido pasar el fin de semana en el lago Míchigan (Estados Unidos), nadó 10 kilómetros y caminó otros veinte para reencontrarse con ellos. El animal volvió con su familia gracias, en parte, a su buen olfato: fue siguiendo el rastro del aroma de sus juguetes y su pienso, publica la cadena ABC News .
Su dueño ha asegurado que estaba arreglando un problema mecánico del bote cuando el perro se precipitó al agua y que, de inmediato, cuando se dieron cuenta de su desaparición, informaron a las autoridades competentes. También se pusieron en contacto con una organización que rescata animales para pedirles ayuda, y que consiguieron localizar a «Rylee» al día siguiente del incidente.
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