La Laguna del Puerto de Zafarraya, cada vez más cerca de integrarse en inventario andaluz de humedales

La Junta de Andalucía ha abierto el trámite de información pública para la inclusión de la Laguna del Puerto de Zafarraya (Granada) en el Inventario de Humedales de Andalucía, informa en una nota la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

El Comité Andaluz de Humedales acordó en la reunión celebrada el pasado mes de octubre proponer la inclusión de la Laguna del Puerto de Zafarraya en dicho inventario al considerar que este espacio reúne muchas de las características que contempla la normativa vigente para ser incluido en el mencionado catálogo.

En concreto, la Laguna del Puerto de Zafarraya alberga especies amenazadas o que se consideran endemismos andaluces, ibéricos o iberoafricanos; como el gallipato (Pleuroledes waltl), tritón pigmeo (Triturus pygmaeus) y sapillo moteado ibérico (Pelodytes ibericus).

Además de la especial relevancia que detenta este humedal granadino para la conservación de anfibios amenazados, como apuntan desde la Consejería andaluza, la Laguna del Puerto de Zafarraya tiene interés geomorfológico al situarse sobre un macizo montañoso calizo ('polje') e interés cultural, al contar con la presencia de brocales cerrados de piedra en pozos próximos. También es objeto de diferentes actividades de investigación y de educación ambiental.

Enclave vital para el sureste ibérico

«El llano de Zafarraya es una zona que geológicamente se denomina poljé, una depresión en un macizo kárstico con zonas inundadas por la lluvia y las aguas subterráneas que se encuentran casi a nivel del suelo, lo que ha favorecido la presencia de numerosas charcas naturales, y otras artificiales que han propiciado, a su vez, la presencia de una variedad de anfibios difícil de encontrar en otros puntos de la provincia. En los últimos 20 años se han citado una decena de especies, entre ellas algunas tan escasas como el sapo de espuelas, el tritón pigmeo e incluso los gallipatos, cada vez más abocados a la extinción, además de la rana y sapo común, y joyas de la herpetología, como el eslizón tridáctilo y la ranita meridional», explicaba el presidente de la Asociación Herpetológica Granadina, Javier Benavides el año pasado, cuando un grupo de herpetólogos, biólogos, voluntarios y vecinos de Zafarraya participó en una campaña de seguimiento de los anfibios y limpieza de las charcas de Zafarraya. Los expertos consideran a este enclave granadino como el más importante para la pervivencia de las diferentes especies de anfibios que aún quedan en el sureste ibérico

El principal problema de las lagunillas son los vertidos agrícolas y ganaderos. Según los análisis realizados por los técnicos de la Asociación Herpetológica Granadina, las aguas poseen disoluciones mínimas de oxígeno y altas concentraciones de nitratos procedentes de explotaciones agrarias, una situación muy perjudicial para la fauna. Por el contrario, la dureza del agua, con concentraciones naturales de calcio reducen los efectos negativos de la contaminación y ayudan a los anfibios, publicaba el diario de Vocento Ideal, en mayo de 2015.

Este enclave cuenta, asimismo, en el entorno de la laguna con especies de protección especial como el eslizón tridáctilo (Chalcides striatus), la lagartija andaluza (Podarcia vaucheri), la lagartija colilarga (Psommodromus algirus) o la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis). Entre los mamíferos sobresalen la musaraña gris (Crodidura russula), el erizo común (Erinaceus europaeus) o el zorro (Vulpes vulpes) y entre las aves el ánade azulón (Anas platyrhynchos) y la gallineta común (Gallinula chloopus).