Los okupas del Patio Maravillas, junto a sus objetos, ayer después del desalojo en Divino Pastor, 9
Los okupas del Patio Maravillas, junto a sus objetos, ayer después del desalojo en Divino Pastor, 9 - ignacio gil

Ediles y diputados de Podemos arremeten contra el desalojo okupa del Patio Maravillas

«A ver quién se cansa antes», reta el también senador del partido morado Ramón Espinar, a través de las redes sociales

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Desalojado el edificio que el Patio Maravillas ocupaba desde hace dos meses en la calle Divino Pastor, 9, en el barrio de Malasaña, las reacciones en el Gobierno de Manuela Carmena y entre los miembros de Podemos en la Asamblea fueron inmediatas: no en vano, buena parte de estos políticos tienen como principal haber curricular su participación (de manera más o menos activa, según el caso) en el movimiento okupa madrileño.

Uno de ellos es Pablo Padilla, diputado de la formación morada, que no tardó ni dos horas en acudir al lugar y liderar la recogida de los enseres instalados, ante la presencia de las cámaras y los periodistas. «Es una pena que la prioridad en agosto sea desalojar un espacio apoyado por la sociedad civil en lugar de luchar contra la lacra de la corrupción», aseguró Padilla ante los medios.

Desde las redes sociales, en Twitter, compañeros de siglas como Ramón Espinar (diputado regional y senador), lanzaron el órdago de comprobar «quién se cansa antes, si ellos de desalojar o nosotros de construir futuro».

La misma posición que Ahora Madrid y el tercer teniente de alcalde en el Ayuntamiento, Mauricio Valiente: «Las ciudades necesitan espacios libres y autogestionados para desarrollarse. Todo mi apoyo al Patio Maravillas». Ni una crítica, sin embargo, a la usurpación de una propiedad privada, algo calificado como delito en el Código Penal.

Los okupas, en efecto, vivieron en la madrugada de ayer, poco antes de las 6, su segundo desalojo en apenas dos meses. Sin incidentes reseñables ni detenidos, un grupo de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional (siete furgones; 50 agentes), los denominados «antidisturbios», procedió a ejecutar, previa denuncia de la propiedad, la orden del juzgado de Instrucción número 12 de Madrid. Según ha podido saber ABC, el magistrado oficiaba expresamente al CNP, no a los municipales, a ejecutar el desalojo. Este no es un hecho extraordinario, pero es verdad que el Cuerpo local y su concejal, Javier Barbero (también exokupa del Patio), desconocían lo que iba a ocurrir. Los agentes identificaron a las tres personas que pernoctaban en el edificio en ese momento, que no opusieron resistencia.

Aproximadamente media hora antes, la calle fue cortada en ambos accesos, tanto en San Andrés como en Fuencarral. El desalojo, indicaron fuentes policiales, se desarrolló «sin altercados y con normalidad». Los expulsados, por su parte, señalaron que los agentes revisaron sus pertenencias y procedieron a la expulsión «sin dar ninguna explicación» y «sin mostrar ninguna orden». Esta excusa no es más que una de las argucias legales que recoge el manual del okupa. Ya en la calle, se sumaron apenas dieciocho simpatizantes, asentados junto a los objetos personales: maletas, ordenadores, equipos de música, muebles...

Con arietes y por el garaje

La actuación de la Policía, todavía con noche cerrada, estuvo marcada por un sigilo absoluto. Ninguno de los vecinos se percató de la entrada de los policías al inmueble, que se produjo desde el garaje, a golpe de ariete, donde los okupas habían pintado un enorme y revelador puño cerrado en alto.

Concluido el operativo, en el que eliminaron las pancartas que colgaban de los balcones, los propietarios del edificio se personaron en la dirección junto a varios operarios que soldaron el acceso y cubrieron de negro el dibujo del portón. El martes amanecía en Divino Pastor, 9, con la misma apariencia que hace dos meses, transformada tras la ocupación con brochazos y consignas.

El Patio Maravillas, sin sede por primera vez en sus ocho años de vida, se adueñó de este edificio de cuatro alturas, de la familia del opositor venezolano Henrique Capriles, a 48 horas de la investidura de Carmena. Era la respuesta inmediata de los antisistema al desalojo de la calle del Pez.

La reacción de los ediles del Ayuntamiento y los diputados de Podemos no sorprende en absoluto, pues el colectivo es la cantera de muchos de sus miembros. Además de los citados Padilla y Espinar, otros como Nacho Murgui, Rommy Arce, Javier Barbero o Guillermo Zapata han participado en las ocupaciones.

Precisamente Zapata, el edil que tuvo que renunciar al área de Cultura y Deportes por sus tuits antisemitas y de burla sobre Irene Villa, Marta del Castillo o las niñas de Alcácer, firmó alguno de los cortometrajes proyectados en el Patio, enmarcados dentro de sus «actividades culturales». Siendo ya concejal de gobierno, ha continuado asistiendo al espacio ilegal.

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