Detenidos seis menores por acosar y grabar semidesnuda a una compañera

La ofensiva de los Cuerpos de Seguridad de Madrid contra el acoso en las aulas continúa. Es ahora la Guardia Civil la que ha detenido a seis adolescentes por vejar y humillar a una compañera, hasta el punto de grabar un vídeo de la joven semidesnuda y distribuirlo por una red social. La Fiscalía de Menores instruye el caso.

La investigación, denominada operación Snatch arrancó el pasado 9 de junio. El puesto de la Guardia Civil de Rivas recibió la denuncia en la que se afirmaba que una estudiante del Instituto de Educación Secundaria Las Lagunas, de esa localidad, había sido grabada por varios compañeros de clase que la obligaron a bajarse los pantalones y bailar. En el vídeo, además, se burlan gravemente de ella, con total impunidad.

El Equipo de Policía Judicial tuvo acceso a la filmación, que estuvo analizando hasta que el día 11 logró identificar a quienes participaron en ella. De ahí, las seis detenciones de los estudiantes. Lo más grave es que presuntamente distribuyeron el vídeo a través de la aplicación Snapchat, parecida a WhatsApp, y numerosas personas del entorno tuvieron conocimiento de él, repercutiendo aún más en el trastorno psicológico que la situación había generado en la víctima. Pero la investigación ha arrojado también que la menor venía siendo sometida a reiteradas humillaciones, vejaciones y agresiones por parte de ese grupo de compañeros. El acoso se había extendido durante todo el curso que acaba de finalizar, siendo el vídeo la gota que ha colmado el vaso.

Los agentes que han llevado a cabo la investigación han podido contrastar todos estos extremos con los profesores y otros estudiantes del IES Las Lagunas, hasta determinar la supuesta autoría del «bullying». La Fiscalía de Menores está instruyendo judicialmente el caso y debe decidir qué medidas adoptará contra los arrestados, todos menores de edad, indicaron a ABC fuentes de la investigación.

La campaña antiacoso escolar que tanto Guardia Civil como Policía han reforzado en los últimos meses está consiguiendo sus frutos. Esta misma semana, se tuvo noticia de la detención de otros tres estudiantes del IES Pablo Picasso de Pinto que, supuestamente, vejaron a una compañera de clase con insultos constantes.

Cambio de colegio

Tal fue la situación, que a la víctima, que cumplió 18 años el pasado marzo, se le hizo «insoportable continuar asistiendo a clase y sufre graves secuelas psicológicas» por lo sucedido, indicaron fuentes policiales. Hasta el extremo de que tuvo que dejar de asistir al curso y denunció los hechos a finales de mayo. Los arrestos se produjeron el 5 de junio. Los sospechosos llegaron a insultar a la familia de la muchacha y colgaron en redes sociales un dibujo de un conejo junto a su fotografía: «Encuentra las diferencias», escribieron a modo de burla.

Pero, sin duda, el caso más grave es el vivido el pasado mes en el IES Ciudad de Jaén, en el distrito de Usera. Una estudiante acabó lanzándose al vacío desde un sexto piso después de sufrir humillaciones constantes por parte de un grupo de compañeros, durante buena parte del curso. Arantzazu rompió su amistad con uno de ellos y, a raíz de eso, el acoso se hizo cada vez mayor. Incluso la incluyeron sin su consentimiento en un grupo de WhatsApp en el que cinco examigos la humillaban. Le lanzaban agua en clase, la martirizaban e incluso la jefa de estudios era supuesta conocedora de los hechos, pero Arantzazu vivió sola su calvario.

Hasta que un día que debía ir a clase, dejó un mensaje de móvil de despedida y se suicidó. La comisaría de Usera-Villaverde detuvo esa misma tarde al supuesto cabecilla del grupo de acosadores, y lo puso a disposición de la Fiscalía de Menores. Se supo entonces que incluso llegó a extorsionar con el pago de 30 euros a la cría si no quería recibir una paliza, a lo que Arantzazu accedió. Luego, los agentes imputaron a una segunda joven, también por un supuesto delito contra la integridad moral de la víctima. El caso se encuentra en el juzgado, pero ahora se suma la denuncia de una de las otras chicas enfrentadas con la suicida, que afirma que está recibiendo amenazas por parte de otras estudiantes e incluso de la madre de alguna de ellas, pues la culpa del final fatídico de Arantzazu.

Envío de inspectores

Estos dos últimos sucesos han puesto en entredicho la actuación de los inspectores de la Consejería de Educación. Por ejemplo, en el caso de Pinto, no enviaron a su personal hasta el mismo día en que la Guardia Civil difundió la nota de prensa con la investigación. En el asunto del IES Ciudad de Jaén sí se habían practicado charlas «antibullying» por parte de la Policía Nacional y a instancias de la Delegación del Gobierno.

Distintos sindicatos y asociaciones de la comunidad educativa vienen reclamando más medidas a la administración para luchar contra una lacra que va a más. Mientras, los casos se suceden, aunque los colectivos alertan de que el número de denuncias es aún muy bajo con respecto a la casuística real que se vive día a día en los centros educativos de Madrid.