«No pactaremos para lograr un puesto en el Ayuntamiento o la Comunidad»

Llegan con la ilusión de los «primerizos», asumiendo un «coste personal alto» y con la bandera de que no quieren «meterse a políticos sino en política». Ignacio Aguado y Begoña Villacís son los candidatos a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de la capital, respectivamente, por Ciudadanos. Una formación joven –como ellos– y «al alza» en la región que cuenta con 3.000 afiliados y 30 agrupaciones repartidas por la capital y municipios de más de 10.000 habitantes. «Marcados» por el color naranja de sus siglas –de origen catalán–, aspiran a acaparar el voto de los «descontentos» pero combatiendo tanto el «inmovilismo» de los viejos partidos como «el populismo» de nuevo cuño.

De momento, no manejan encuestas porque «no les llega el presupuesto».

«Estamos pendientes de las que hacen el resto de partidos», explican sin complejos durante este desayuno preelectoral en ABC. Son «ciudadanos voluntarios» y no cobran nada de su formación. Los dos son abogados y han renunciado a sus respectivos trabajos para dedicarse en «cuerpo y alma» a un proyecto que enmarcan en la «necesidad de cambiar las cosas en Madrid».

De entrada, huyen de la dicotomía entre «izquierda o derecha». «Jugamos en otro eje», coinciden. Una línea alternativa en la que están dispuestos a dialogar «con todos» y a pactar «pero sin pasteleos» –parafrasean a su líder, Albert Rivera–. «No pactaremos para conseguir un puesto en el Ayuntamiento o la Comunidad», aseguran. Ninguno de los dos se atreve a predecir el posible escenario del 24-M pero tienen claro que no les gusta la idea de ser «bisagra» de un gobierno. «Si nos hemos metido en esto no es para hacer las cosas a la antigua usanza», dice Ignacio Aguado.

Para ello, traen debajo del brazo un programa con 200 medidas que articulan en tres ejes fundamentales: «Regeneración institucional, activación económica y apuntalamiento de los servicios sociales». No obstante, «antes de nada», si logran «llegar a la alcaldía y la Asamblea de Madrid» harán una «auditoría integral». Su objetivo, dicen es conocer en profundidad el estado real del Ayuntamiento y la Comunidad. «Hay que aligerar una Administración que es mastodóntica y hacerla más trasparente», dicen. Revisaran los contratos públicos «garantizando la seguridad jurídica de los mismos» y quieren que haya un listado de todas las empresas públicas. Además, presumen de que tendrán «tolerancia cero» con la corrupción, tanto dentro como fuera de sus filas.

Estatuto de Autonomía

Para acometer sus reformas, Aguado, ve preciso «apuntalar los servicios públicos para evitar su privatización». «Si es preciso, modificando el Estatuto de Autonomía», asegura. En sus planes está también prescindir de las viceconsejerías, que considera «innecesarias» y la despolitización de la Cámara de Cuentas y del Consejo Consultivo.

Los dos critican abiertamente las privatizaciones. «Es el reconocimiento de un fracaso, de que no sabes gestionar», comentan sobre la externalización de la gestión de seis hospitales. «Menos corbatas y más batas», corean a modo de lema. «Una corbata supone quitar dos batas», añade Villacís como ejemplo de sus proyectos para «reforzar» la Sanidad y la Educación. «Se pueden utilizar criterios de gestión privada, pero siempre desde la Administración», explican.

Rechazan un modelo de crecimiento económico «basado en Adelson, Wanda y pelotazos urbanísticos». «Madrid necesita apostar por sectores económicos innovadores para crecer los próximos 20 años y competir con una economía globalizada. Hay que crear empleo de calidad», explica Aguado. «Eso, y mimar a los pequeños empresarios que son los que generan la mayoría de puestos de trabajo», añade Villacís.

Quieren que el dinero «esté los bolsillos de la gente» y para ello proponen eliminar trabas burocráticas armonizando la concesión de licencias para abrir negocios. La aspirante a la alcaldía tiene declarada la guerra, asimismo, a las tasas. Especialmente a a de basuras. «Hay que suprimirla y hacer una bajada progresiva del IBI», sostiene. Los dos creen, además, que es necesario bajar el precio del transporte público.

Política «de calle»

«Tenemos testados los problemas de la calle», destacan. Unos problemas que, en el caso de la capital, requieren para Villacís «una reconstrucción total» en aspectos como la limpieza o el asfaltado. Sobre Seguridad, reconoce su mejora en los últimos años, pero apunta a atender nuevas amenazas como la ciberdelincuencia o el «bullying ». «Propondré poner un agente por cada cinco centros para atajar este problema», dice. «No venimos con la varita mágica. No traemos quejas sino de soluciones. Queremos cambios. Vamos a pasar de hablar el lenguaje de la moqueta al de la calle», concluyen.