El fiscal insinúa que intentaron matar a Asunta cuatro días antes del crimen

Tras dos horas y media de interrogatorio, el fiscal del caso Asunta ha insinuado que los padres de la pequeña pudieron haber intentado matar a la pequeña cuatro días antes de la fecha final del crimen. La muerte de la pequeña, por la que están siendo juzgados únicamente sus padres, se produjo el sábado 21 de septiembre de 2013. Las horas a las que ese día se desconectó la alarma de la finca de Teo en la que la niña habría sido supuestamente asesinada, son muy similares a las del martes 17, justo la tarde-noche anterior en que Asunta no fue a clase por supuestamente no encontrarse bien.

Cuando el fiscal le ha preguntado sobre quién fue a la casa rural esa tarde, Porto no ha sabido responder, pero ha negado que fuera ella.

Sostiene que esa jornada Alfonso Basterra, su exmarido y también acusado, y Asunta fueron a un centro comercial a comprar material escolar para el inicio de la clase. Según la madre, tan solo tienen llaves de ese recinto ella misma, el progenitor y un vecino llamado Valentín.

El Ministerio Público ha ido preguntando a Porto por diferentes cuestiones desde el momento de su ruptura con Basterra en enero de 2013 hasta el momento de la muerte de la pequeña a principios de otoño de ese mismo año. Ella, que había mantenido la misma versión a lo largo de todo el cuestionario y ha respondido pausada, no ha podido ocultar su nerviosismo en el momento en el que el fiscal ha deslizado este nueva idea.

Otro de los momentos más llamativos se he producido cuando la mujer ha dado a entender que Basterra llegó a agredirla físicamente en algún momento. «En alguna ocasión él es más fuerte que yo. Todas las parejas discutimos y en ocasiones perdemos el control», ha respondido cuando el fiscal le ha preguntado explícitamente sobre ello.

Durante la tarde, la madre, que ha afirmado no encontrarse «muy bien» aún tendrá que contestar a las preguntas de las distintas partes: su defensa, la de Basterra y la acusación particular. El fiscal ha centrado la primera parte de su interrogatorio en aspectos de la relación de pareja, sus respectivas profesiones, ingresos económicos y la saluda de Porto. «Como padres lo hicimos lo mejor que pudimos», ha expuesto ella sobre el tiempo posterior a su separación a raíz de que ella iniciara otra relación.

Otro instante en el que ha centrado su atención el Ministerio Público es el ingreso hospitalario de Porto en junio, momento en el que comenzó a recuperar contacto con Basterra y habría dejado a su entonces pareja influida por el padre de la pequeña. A partir de entonces, solían comer y cenar juntos: «Él cocinaba para nosotras dos».

También ha sido cuestionada por el Orfidal, medicamento que ella tomaba y que se encontró en altas dosis en la autopsia practicada a Asunta. «Yo tomaba alguno suelto cuando veía que lo necesitaba», ha explicado Porto, que ha matizado que «los de julio» los compró Basterra. También ha sido protagonista el supuesto asalto que Asunta y Porto sufrieron en su domicilio a principios de julio. Ella sostiene que no lo denunció porque por su experiencia como abogada «no sirve para nada». Además no quería que la niña «tuviera sensación de inseguridad en casa. Asunta era una niña feliz».