Una fotografía de Denise estuvo sobre el altar durante la ceremonia
Una fotografía de Denise estuvo sobre el altar durante la ceremonia - efe

La Catedral que Denise no pudo alcanzar reza con «dolor y emoción»

El santuario del Apóstol recuerda a la peregrina estadounidense en un funeral cuidado al detalle

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Denise Thiem no pudo llegar nunca a Compostela. Pero ayer se hizo presente en el santuario del Apóstol con una misa funeral cuidada al detalle en la que se rezó por el eterno descanso de esta peregrina norteamericana asesinada cuando recorría el Camino en la provincia de León. Muchos de los centenares de caminantes que este miércoles alcanzaron Santiago se reunieron en la Catedral para rezar con «dolor y emoción». El canónigo y presidente de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, condujo la ceremonia a la que asistieron el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva;la directora de Turismo de la Xunta, Nava Castro; y Krishna Urs, responsable de Negocios de la Embajada de Estados Unidos.

Sobre el altar, una fotografía de Denise enviada por su familia, un Crucificado de marfil de la colección del templo, velas y flores.

En el recuerdo, una mujer de 41 años anónima hasta que en el mañana del Domingo de Resurrección desapareció sin dejar rastro y cuyo cadáver fue hallado en la finca del único acusado de su muerte. Al final de la eucaristía, celebrada con intervenciones en inglés, una amiga del hermano de Denise leyó una oración en la que su madre pedía perdón por no haber podido estar junto a ella al sufrir tal desgracia en las cercanías de Astorga.

Lorenzo, que incidió en la idea de ser un día «emotivo», llamó a la «esperanza que alumbra la resurrección» y reiteró en varias ocasiones que, pese a lo acontecido, «el Camino es una ruta segura». «Denise tenía una meta:alcanzar esta Catedral. La meta existe y no es una quimera. Porque Cristo vive, hay meta», afirmó frente a cualquier relativismo. «No pudo llegar porque la voluntad de otro ser humano lo impidió», lamentó el canónigo, que evitó erigirse en juzgador del presunto asesino.

Credencial in memoriam

«Nos llena de dolor y pesadumbre. Era una mujer llena de vida. Su anhelo de llegar crecía con cada kilómetro que avanzaba», expuso. A esa misma hora, en la iglesia de Santiago de Dublín, las campanas tocaban a muerto durante tres minutos. Después, varios peregrinos estadounidenses imploraron por el alma de Denise y por su familia y amigos «desconcertados y desolados». Al término de la concurrida misa, la Catedral entregó a la representante de la familia un documento in memoriam que suple a la «compostela» que Denise nunca pudo recoger en la Oficina del Peregrino para acreditar la finalización del Camino. También recibió una medalla conmemorativa del último Año Santo y una vela. Otra llama —y las flores y la vieira que acompañaron durante la misa la fotografía de Denise— quedaron colocadas junto al Apóstol.

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