El asesino de la peregrina tenía 37.000 euros escondidos

Miguel Ángel Muñoz ingresó ayer en la prisión de Mansilla de las Mulas (León), veinticuatro horas después de confesar ante la juez instructora el crimen de la peregrinanorteamericana Denise Pikka Thiem, cuyo cadáver fue encontrado el viernes a menos de dos kilómetros de la finca del sospechoso en Castrillo de los Polvazares. «La maté con un palo, se cayó y se golpeó con una piedra», admitió tras pasar varias horas realizando unas provechosas pruebas psiquiátricas y psicológicas a tenor de los resultados. Antes se había negado a declarar tanto en el juzgado como en comisaría.

La titular del Juzgado número 2 de Astorga ordenó ayer una reconstrucción de los hechos por lo que la comitiva judicial y policial se trasladó a la finca del detenido y al lugar donde apareció el cuerpo de la víctima entre ramas y zarzas asalvajadas.

El individuo explicó que la había matado en otro lugar, que el cadáver estuvo semioculto en su finca pero que luego lo trasladó adonde fue hallado cinco meses después de la desaparición de la peregrina. Según fuentes del caso, ayer no se encontraron elementos relevantes a diferencia de lo ocurrido el viernes.

Ese día en medio de un apabullante despliegue policial en el que se llegó a levantar por completo una caseta de herramientas del detenido y a excavar debajo, los investigadores hallaron 37.000 euros en la propiedad de Muñoz, pese a su aparente estilo de vida menesteroso. Según las fuentes consultadas, cobra 400 euros como parado de larga duración y se dedicaba a hurtar productos de las huertas de sus vecinos. De cuando en cuando se unía a grupos de okupas o iba de albergue en albergue como un peregrino más.

No se descarta que parte de ese dinero proceda de robos a otros peregrinos a los que hubiera asaltado y que no hayan denunciado –aunque al menos dos mujeres extranjeras sí lo hicieron–.

La autopsia ha confirmado que Thiem sufrió una muerte violenta, pero se investiga si el autor también la agredió sexualmente, un extremo que será difícil averiguar, según reconocen los investigadores, dado el tiempo que el cuerpo ha estado a la intemperie. «Aparentemente la mata para robarle y luego cambia el dinero en el banco, pero la víctima no tenía pinta de llevar mucho, tal vez el móvil era doble», señalan las fuentes consultadas.

Antes del ingreso en prisión se suscitó otra polémica –tras la del senador estadounidense y el FBI– a raíz de la denuncia de la Asociación Unificada de Guardias Civiles según la cual el hallazgo del cuerpo se retrasó por la descoordinación policial y por la lucha entre ambos cuerpos por defender sus demarcaciones y atribuirse resoluciones de casos. Los investigadores consultados por ABC niegan radicalmente esta afirmación, desmentida también por responsables de Guardia Civil. «Es una investigación que ha llevado en todo momento la Policía y donde la Guardia Civil se ha limitado a buscar con medios propios –incluido medio centenar de agentes en prácticas– en algunas zonas».

Desde la Agrupación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), consideran que el tiempo que pasa desde la desaparición de la peregrina hasta el esclarecimiento del casopodría haber sido menor de no ser por los «celos policiales», «la descoordinación policialy la competencia entre distintos cuerpos policiales de ámbito estatal por defender sus respectivas demarcaciones y atribuirse el mérito en la resolución de los casos».

Según denuncian, «veinte días después de perderse el rastro de Denise, las gestiones realizadas por los guardias civiles permitieron llegar a la conclusión de que el máximo sospechoso de los hechos era el ahora detenido», pero cuando el Cuerpo «estaba rastreando con sus perros por las inmediaciones de la finca» donde se encontraba el cadáver se informó de que era demarcación de la Policía Nacional.