Vivienda del exbatería de "Los Piratas" donde murió este miércoles por un disparo
Vivienda del exbatería de "Los Piratas" donde murió este miércoles por un disparo - efe

La familia del exbatería de Los Piratas muerto asegura que estaba enfermo

La Guardia Civil defiende que el fallecido hirió a uno de los agentes con un cuchillo

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La viuda del exbatería de "Los Piratas" fallecido este miércoles tras recibir un disparo de la guardia civil ha asegurado que los dos agentes que se personaron en su domicilio sabían que el hombre padecía problemas psiquiátricos. En la misma línea, el único testigo del disparo que acabó con la vida de Javier Fernández ha afirmado, a raíz del cruce de informaciones sobre lo ocurrido, que cuando el efectivo empezó a montar el arma le llamó la atención diciéndole que «a dónde iba, que estaba enfermo».

En declaraciones a ABC, el abogado de la pareja del fallecido, de 40 años, ha puesto en tela de juicio la lentitud con la que el Instituto Armado está tratando la muerte Javier Fernández, «ralentizando la entrega del atestado».

Según el letrado Gerardo Gayoso, «la Guardia Civil aún no ha entregado su informe a la juez, con lo que no podemos hacer nada porque no hay caso y seguimos sin ningún tipo de información». «¿Qué están buscando?», se ha preguntado.

Tanto la pareja del fallecido como su defensa desmienten que la muerte del músico responda a un caso de violencia de género y confirman que «lo que sufría Javier es un trastorno bipolar que le hacía perder los nervios y ponerse fuera de sí». De ahí la que la viuda decidiese colgar, pocas horas después de la muerte del padre de su hijo, una publicación en las redes sociales en la que da cuenta de la relación que mantenía con el fallecido, acusando a los agentes de una «mala práctica».

«No era un maltratador. Nos amaba»

En un comunicado en Facebook, Andrea Montes señala que «Hal era la persona más cariñosa del mundo. Nos amaba con todo el corazón, al bebé y a mí. Jamás fue un maltratador, éramos completamente felices». La misma versión defienden los amigos del batería, que este jueves se trasladaron hasta la vivienda para mostrar su apoyo a la familia, y la suegra de la víctima, que pasó buena parte de la jornada acompañando a su hija en el interior de la casa.

Según su esposa, Hal es «una víctima», primero de un trastorno bipolar del que estaba «perfectamente controlado» hace diez años hasta que su psiquiatra «tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento», a pesar de que la familia le pidió que no lo hiciese. Señala que el nacimiento del bebé le había afectado y que ella acompañó a su marido al psiquiatra «a comentarle que estaba nervioso».

Sobre los hechos, indica que su marido «no agredió a ningún agente».«Hubo tensión pero no agresión», sostiene y asegura que su esposo «fue también víctima de una mala práctica que desencadenó este terrible final». «Hal, cariño, no permitiré que manchen tu nombre. Yo sé lo que nos querías. Te quiero y siempre te querré», concluye su nota.

Llamada por presunta violencia machista

Fuentes de la investigación, por su parte, aseguran que recibieron una llamada por un presunto caso de violencia machista y que cuando estaban llegando a la vivienda se encontraron con la mujer, que los alertó de la actitud violenta de su pareja. Ya en la casa, los agentes personados en el lugar refieren que el fallecido hirió a uno de ellos en el rostro con un cuchillo de cocina, ante lo que su compañero realizó u disparó orientado a la pierna y que finalmente impactó en su abdomen, provocándole la muerte unas cuatro horas más tarde. La familia indica que pedirá responsabilidades.

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