Besteiro se resiste a dimitir y espera que De Lara lo desimpute cuando declare

La situación del secretario general del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, continúa sometida a incógnitas que prolongan la provisionalidad de su estatus. Si el pasado sábado pedía a los miembros de su Ejecutiva que estuviesen preparados para una «reunión urgente» en las últimas horas ha cambiado su estrategia para posponer su salida de la dirección. Besteiro confía en que la juez Pilar de Lara lo desimpute el próximo día 31 de julio al tomarle declaración en relación a su presunta implicación hace 10 años en una operación urbanística en Lugo, con ramificaciones a la compra y posterior reforma de su vivienda. Además, ha dado marcha atrás en su intención inicial y vuelve a aspirar al escaño en el Senado en representación de Galicia, después de no pocas conversaciones con su entorno este pasado fin de semana.

Cualquiera de la dos posibilidades alejaría una renuncia inmediata, pero dilataría la condición de provisional del secretario general etiquetado con la categoría procesal de imputado. En todo caso, y para evitar situaciones incómodas, ayer no asistió en Madrid a la Ejecutiva Federal presidida por Pedro Sánchez.

La ausencia de Besteiro pasó inadvertida debido a la actualidad que llegaba de Grecia y a que la dirección del partido dedicó gran parte de su tiempo a analizar la situación del país heleno tras el referéndum del pasado domingo. Sin embargo, Pedro Sánchez no pudo obviar la situación del barón gallego en la rueda de prensa. El líder socialista se remitió al Código Ético que los socialistas aprobaron el pasado noviembre y recordó que en este documento se marca que «la línea roja» para exigir dimisiones es la apertura del «juicio oral: «Vamos a respetar el Código Ético».

La insistencia de los periodistas provocó que Sánchez tuviese que recordar la «contundencia» del PSOE y avanzó que esta situación se mantendrá en el futuro. Y como de momento no ha tomado la decisión de disolver la Ejecutiva autonómica, advirtió que «el secretario gallego tiene la confianza plena de la dirección federal».

Sin embargo, fuentes consultadas por ABC aseguran que «el secretario general sólo intervendrá cuando tenga elaborada una propuesta concreta» y confirmaron que el líder del PSOE se resiste a estar sometido a diario a preguntas sobre la corrupción en la federación gallega.

La calma tensa en el PSdeG-PSOE está siendo aprovechada para que las familias socialistas se agrupen y tengan en mente una solución provisional que «amortigüe el daño que se le está haciendo al partido». En este sentido, algunos de los notables gallegos confesaron abiertamente que «la elección de Besteiro como senador es un arma arrojadiza contra las siglas y un instrumento en manos del PP».

Entienden que «una permanencia en el cargo, con el calificativo de imputado, sólo puede perjudicar las expectativas electorales» y plantean la creación de una comisión gestora formada por los cuatro secretarios provinciales y un «hombre de consenso» para tratar de reconducir la situación. No hay nombres encima de la mesa. Por el momento.

Caballero no opina

Los pasos de los dirigentes socialistas se están dando sigilosamente. Todas las miradas se dirigen a Vigo para saber cuál es la postura de Abel Caballero, una voz incontestable a nivel interno tras su éxito arrollador en las municipales. Ayer, a su llegada a la sede del gobierno autonómico, aclaró que «hoy no toca» y en su círculo se deja claro que «el alcalde está centrando en la gestión de Vigo y en conseguir la Diputación de Pontevedra» y hasta que esto no suceda, no dará ningún paso. De vuelta en Vigo tras reunirse con Núñez Feijóo, Caballero reincidió: no tiene nada que decir sobre la situación procesal del secretario general de su partido en Galicia. Mutismo total.