«En diálisis nos han puesto hasta televisión, es una maravilla»

Capaces de enfrentarse a situaciones que pocos querrían para sí, ayer el personal asistencial se vio cedido por una mezcla de ilusión y nervios. Y no era para menos, conscientes de que la apertura del Álvaro Cunqueiro, este 29 de junio, era una fecha histórica. «Todo transcurrió con absoluta normalidad, tanto que estamos asombrados». Eran las primeras impresiones del gerente del área sanitaria de Vigo, Félix Rubial, quien no perdió la oportunidad de trasladar su agradecimiento a los profesionales por su «grado de compromiso y nivel de implicación» en un traslado que calificó de «extremadamente complejo».

Rubial que sabe bien lo que es encender por primera vez las luces de un hospital, ya lo hizo en el «Lucus Augusti», no podía ocultar la satisfacción que proporciona el trabajo bien hecho, pese a que la intensidad de la actividad irá in crescendo las próximas semanas hasta culminar el proceso el 4 de septiembre, fecha en la que el nuevo complejo hospitalario de Beade se encuentre a pleno rendimiento.

De ello daban fe sus primeros inquilinos, los 70 profesionales que integran las áreas de Nefrología, Hemodiálisis, Preanestesia, Unidad del Dolor y Anatomía Patológica en esta fase previa, y los 65 pacientes que ayer eran citados para su estreno desde las 8 de la mañana.

Tras cuatro horas de hemodiálisis, Manuela Abril Fernández y Susana Canosa salían de la sala, «mucho más grande y todo a estrenar, es una maravilla» describían. «Nos han puesto hasta televisión y es que las horas se hacen eternas enchufados a una máquina», advertía Manuela, visiblemente emocionada. «Hemos sido los primeros y eso no nos lo quita nadie», aseguraba, aunque «para la televisión habrá que esperar porque hoy no pudimos verla». Tras su primer trasplante lleva cinco años recibiendo tratamiento, hasta ahora en el Meixoeiro. Y pese a que reconocía que llegó con cierto miedo, pues no sabía lo que se iba a encontrar, las caras conocidas de sus médicos y enfermeras pronto calmaron sus nervios. La misma sensación que tuvo Susana. «Somos como una gran familia, llevamos mucho tiempo con esta gente», coincidían ambas. Entonces Manuela dedicaba una sonrisa cómplice al jefe de servicio de Nefrología, José María Lamas.

En el mismo bloque, el C de Consultas, mientras que uno de los informadores explicaba a varios pacientes como sacar el número en el «kiosko» introduciendo las tarjeta sanitaria, Iria esperaba en la sala a ver su turno en la pantalla. «Llevan un poco de retraso, 30 minutos». Hace un año que tuvo un accidente de coche y es una paciente habitual, «cuando no es la cadera, es la pelvis y cuando no, otra cosa. Vengo como mínimo una vez por semana al hospital». Este lunes tenía consulta de anestesia, «con suerte me toca aquí la próxima operación». «Vivo en Canido así que me queda mucho más cerca que el Xeral», señala agradecida.

Santiago Bernández, vecino de la zona, no se resistía a participar del primer día de puertas abiertas y se convertía en uno de los espontáneos de la jornada. Dentro, la directora de Procesos Asistenciales, Mar Vélez; Javier Caramés, director de Procesos sin Ingreso y Urgencias; y el jefe de Anatomía Patológica, Joaquín González-Carreró, seguían con la puesta a punto de sus distintos departamentos. Un equipo al que el próximo lunes se incorporan las consultas de Neurología, Otorrinolaringología, Ginecología y Obstetricia, y Pediatría, y así sucesivamente hasta completar la puesta en marcha del Álvaro Cunqueiro.