Feijóo pide «gobiernos, no subastas de cargos»

Las prisas propias de una campaña excesivamente atareada pueden dar lugar a situaciones en las que el horario no es el idóneo para la actividad programada. Tal fue el caso del primer acto preelectoral de la agenda de ayer del presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, que tenía prevista una visita a la Plaza de Abastos de la localidad pontevedresa de Bueu pasada la una del mediodía. A esta hora sólo los rezagados aparecen por unos puestos cuyos responsables ya están empezando a recoger después de una jornada que, en el caso de algunas pescaderas, ha comenzado alrededor de las cuatro de la mañana. Pese a todo, las trabajadoras dejaron sus labores a la llegada del líder popular y se afanaron en los saludos y fotos de rigor que se han convertido ya un clásico de todas las paradas del presidente.

Por el contrario, fue el gerente de la Charcutería «Pichurri» el que protagonizó una nada habitual aunque amistosa llamada a capítulo al presidente de la Xunta por la hora de llegada. «Hay que echarle una bronca, aunque se lo perdonamos de buena gana porque sabemos que tiene mucho trabajo estos días», matizó el simpatizante.

Y del puesto a la mesa. Para lo que sí que invitaba la hora era para dar un paseo por alguno de los establecimientos hosteleros que ya cerca de las dos de la tarde se encontraban en pleno servicio de comidas. Que fuese el propio presidente el que marcaba la ruta a seguir de su séquito hacía intuir su conocimiento de la zona y de los restaurantes visitados. Algo que corroboraba nada más llegar a algunos de ellos a los que entró, literalmente, hasta la cocina para preguntar «qué hay de comer» y compartió afectuosamente unos minutos con unas cocineras con los fogones que se encontraban a pleno rendimiento entre potajes y chuletones. Pero Feijóo no iba a poder pararse a reponer fuerzas allí. En Ponteareas le esperaba cerca medio millar de comensales para compartir comida-mitin con él.

Pactos que se rompen

El líder de los populares gallegos animó a los asistentes a su mitin en Ponteareas a no dejarse convencer por opciones que «se dedican a perder el tiempo y el dinero», en referencia a socialistas y nacionalistas. En este sentido, Feijóo reincidió en la idea de que fue el PSOE el que «con los gobiernos que manejaron más dinero de la historia» dejó al país en una situación económica y financiera de las más delicadas de las últimas décadas y que los nacionalistas invierten su tiempo en «colocar banderas y sacar urnas de cartón para referéndums» que, a su juicio, son irrelevantes para el conjunto de la sociedad. Siguiendo esta misma lógica, ilustró la inconveniencia de repetir gobiernos sustentados en pactos con la experiencia negativa del último mandato municipal donde «todos los bipartitos en las ciudades se han roto» y recordó que la Xunta del binomio Touriño-Quintana es una época que «ya nadie reivindica».

Feijóo volvió a cuestionarse si partidos resultantes de escisiones de los espectros ideológicos de izquierda y nacionalista podrían conformar ejecutivos de garantías en las instituciones gallegas. «Si ustedes estuviesen un minuto en el Parlamento se darían cuenta de que PSOE, BNG y AGE no podrían gobernar juntos ni por un momento», continuó para reclamar el voto a su partido como único garante de gobiernos estables para los próximos cuatro años frente a las «subastas de cargos» que acaban resultando los pactos».

El máximo mandatario del PP gallego pidió además un ejercicio de responsabilidad a los votantes de cara al domingo ya que la elección de los alcaldes será una decisión que se tomará hasta 2019, por lo que instó a no dejarse llevar por «estados de opinión» que puedan ser puntuales ni por «declaraciones llamativas» en referencia formaciones con gran presencia en los medios de comunicación y escasa implantación en la Comunidad como Podemos o Ciudadanos.