Feijóo pide el voto contra el «feudalismo»

Contra todo pronóstico, los presidentes del PP nacional y autonómico llegaron puntuales a su cita en Vigo, pese a que la agenda les situaba en Marín tan solo una hora antes. Apenas había comenzado a sonar el himno del partido cuando Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo hacían entrada en la estación marítima. En el interior, un salón abarrotado que no escatimó en halagos, saludos y besos a su paso. Junto a ellos, la candidata de Vigo, Elena Muñoz, a la que ambos definieron como «la mejor alcaldesa que puede tener Vigo».

Y no tardó la alcaldable popular en recoger el guante. En su turno de intervención, tras una corta presentación de su número dos, Diego Gago, Muñoz aseguró: «Dice (Abel Caballero) que mis posibilidades de ser alcaldesa son las mismas que de que él se vaya al Polo Norte.

Pues que vaya cogiendo el vuelo chárter, porque es donde va a acabar. Y que se acostumbre a mi cara, porque voy a ser su alcaldesa».

Pero si hubo algún denominador común en los discursos de los tres políticos, éste fue el de las siglas del PSOE. Rajoy, Feijóo y Muñoz coincidieron en señalar que mientras que unos las esconden, en clara referencia a los carteles electorales de la candidatura de Caballero, ellos están «muy orgullosos de pertenecer al Partido Popular».

Y mientras Rajoy mantenía el discurso económico que marca sus intervenciones desde el inicio de la precampaña, Feijóo mantenía también el suyo, centrado en reprobar que quieran volver a gobernar «los mismos que nos llevaron al abismo», o los partidos de nuevo cuño que son un «BNG dos y PSOE dos», pero que en esta ocasión tienen «menos claro que nunca su liderazgo». «Son los mismos que fracasaron en Galicia, en España y en los ayuntamientos», dijo, para apelar de nuevo al voto útil. «Votamos por el cambio cuando faltaban dos peldaños para saltar al vacío, votamos por recuperar una economía en positivo, contra la frivolidad y la improvisación, y lo hicimos para avanzar juntos». «Estoy convencido de que el PSOE firmaría los resultados del 2015 sabiendo cómo dejaron el país en 2011», afirmó. «El futuro solo depende de nosotros, el único partido cuyo pacto es con los ciudadanos», arengó a los suyos Feijóo.

Al hilo, y en clave local, recordó que pese a tener la mayoría de votos Corina Porro no pudo gobernar, «se quedó a tan solo un concejal de la mayoría y no fue alcaldesa», señaló, para contraponer su caso al de Susana Díaz en Andalucía, «quien reclama gobernar pese a que le faltan docenas de escaños». Entonces, señaló, se lo impidió la misma «combinación de la izquierda- nacionalista» que hoy se esconde tras «mil nombres y nuevas estéticas». «Aceptar que gobierne la lista más votada, ésa es la verdadera democracia», defendió.

Acto seguido sacó la artillería pesada contra quien dijo «gobierna la ciudad [Vigo] como si fuera un feudo», y al que aleccionó sobre cómo hacer futuro. «Haciendo las maletas para ir a París [Citroën], buscando carga de trabajo para los astilleros, llamando a las puertas del comisario Almunia para reclamarle el tax lease... así se hace futuro», defendió. En este sentido, apeló a la conciencia de José Ramón Gómez Besteiro, líder de los socialistas gallegos, que el domingo se sacaba la foto tras la pancarta y «ahora le molesta que se ponga en marcha la firma de cuatro petroleros para Navantia».

Y al igual que antes hizo Muñoz, Feijóo agradeció a Rajoy y su equipo la «atención» a Galicia en los peores años de la crisis, para enumerar, solo en la ciudad de Vigo, el AVE, la estación de tren, la ampliación de Rande, el aeropuerto o la depuradora. Y lo propio hizo Muñoz con su líder por el mayor hospital en construcción en España.