PP y PSOE, paseo y pulpeo en Santiago

El día de la Ascensión es uno de los grandes de la capital gallega. Día festivo y primaveral, las calles están repletas durante toda la jornada, por lo que en plena campaña las formaciones políticas quisieron aprovechar para dejarse ver y compartir la mañana con la ciudadanía. El líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, acompañó al alcalde y candidato compostelano, Agustín Hernández, desde la plaza del Obradoiro hasta la Alameda. En el caso de Feijóo, el recorrido por una zona con marcado carácter turístico fue no sólo un momento para pedir el voto, sino para medir su popularidad entre habitantes de otras regiones. «Tenéis al mejor presidente, y os lo dice una madrileña», señaló una mujer que se acercó a saludar con el paseo todavía sin empezar.

En el breve camino, turistas catalanes o aragoneses también se pararon a dar ánimos al máximo mandatario del partido en Galicia.

Entre atracciones

Por cuestión de minutos —y seguramente también de táctica— no coincidieron los jefes de filas popular y socialista. José Ramón Gómez Besteiro tenía planeado iniciar su ruta desde Porta Faxeira hacia la una de la tarde, momento en el que atravesaba el mismo punto Núñez Feijóo. Fue en ese mismo instante en el que se produjo una de las imágenes curiosas del día: el candidato de UPyD a la Presidencia de la Xunta en 2012, José Canedo, conducía la furgoneta electoral de Ciudadanos y paraba en medio de la carretera para saludar al líder del PP gallego, que acabó deseándole suerte.

Candidatos y líderes recorrieron también la zona donde se encuentran instaladas las atracciones de las fiestas, se dejaron ver en las inmediaciones de la imponente noria compostelana y, como manda la tradición, probaron el «pulpo á feira».

Besteiro también acompañó al candidato a la alcaldía de Santiago, Francisco Reyes, en su vuelta por las casetas. Ninguno de los dos despertó ese entusiasmo especial que suele acompañar a los líderes, pero el secretario socialista buscó el contacto con la ciudadanía y la gente respondió de forma positiva. El tándem del PSdeG estrechó manos y jaleó a los suyos para enfrentar el último tramo de la campaña. Lo más llamativo del séquito de Besteiro fueron los candidatos más jóvenes. Tanto el secretario general de Xuventudes, como el responsable de política social, Gonzalo Diz, se detenían con la gente para convencerlos de que «el cambio está en marcha».