Un niña juega con la nieve
Un niña juega con la nieve - Isabel B Permuy
Sangría demográfica

La acelerada despoblación del interior gallego aumenta la brecha con la costa

Cuanto más cerca del mar, más vecinos y más jóvenes. A medida que se avanza hacia el interior y el este, menos y con más canas. Los últimos datos del IGE agravan el futuro de Lugo y Orense

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Que Galicia, y en general el noroeste español, sufren un problema demográfico en aumento es sabido. Pero los datos revelados ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) agravan la situación con la acelerada despoblación del interior de la Comunidad, en contraposición con la costa —tanto atlántica como cantábrica— que, a pesar de la tónica decreciente generalizada, mantiene en índices menos alarmantes a La Coruña y Pontevedra. Tres de cada cuatro gallegos viven en alguna de estas dos provincias con un interior cada vez más vacío. Un ejemplo a vuela pluma ilustra la situación de Lugo y Orense: en 2003, la localidad lucense de Vilalba tenía una densidad de población (el número de habitantes por cada kilómetro cuadrado de superficie) de 40,3.

Hoy es del 24,6. Son muchos los concellos de estas zonas del rural que pierden habitantes en favor de las grandes ciudades. En ellos, el envejecimiento se dispara a cifras que multiplican por trece el límite a partir del cual se empiezan a disparar todas las alertas.

En conjunto, la población gallega aminoró en un 0,5 por ciento en el último ejercicio analizado. Pero el ritmo de caída oscila entre los 0,3 de Pontevedra y los 0,4 de La Coruña a los 0,8 de Lugo y a los 1,1 de Orense. La provincia orensana rebasa este dígito por primera vez en muchos años. Hace un lustro ya caía, pero a un 0,2 por ciento. Si estudiamos la última década completa, vemos como la tendencia es a favor de la fachada atlántica y, por tanto, en detrimento de las dos provincias a las que los cambios sociales y económicos más daño están causando. En 2004, La Coruña acogía al 40,7 de los gallegos; Pontevedra al 33,8; Lugo, al 13,1; y Orense, al 12,4. Ahora, las distancias se amplían a 41,3, 34,6, 12,4 y 11,7.

«Este decrecimiento viene acompañado de una continua disminución del peso relativo de la población de Galicia con respecto a la población total de España», advierten desde el IGE. Si hace diez años Galicia aportaba al conjunto del Estado el 6,4 por ciento de la población, en 2014 bajó ya al 5,9. La serie de gráficos que aporta confirma que cuanto más al este, menos gallegos.

Cambios sociales que pasan factura

Cada vez menos, y cada vez mayores. El envejecimiento progresivo tampoco es una novedad en Galicia, de hecho es una de las prioridades de las políticas sociales de la Xunta. Pero el estudio detallado del IGE también dibuja en este ámbito una región a dos velocidades, como se puede ver en los gráficos que acompañan a esta información. Los jóvenes se agrupan en las zonas más pobladas, focos de las actividades que más empleos generan en la actualidad: los servicios, en especial de sectores como el turismo. Si en 1980 representaba el 30,8 de los puestos de trabajo, en 2014 suponía el 71,2 por ciento. Al otro lado se ubican la pesca o agricultura, que han pasado del 41,6 al 6,6.

A los jóvenes hay que buscarlos en las grandes ciudades, en ayuntamientos a su alrededor como Arteixo o Ames y, en especial, en las Rías Baixas. El índice de envejecimiento está en estos momentos en el 146,1 por ciento. Por encima de cien se establece que una población está envejecida. Los menores de 20 años son el 15,8 por ciento; de 20 a 64, el 60,6; sobrepasan los 65 años el 23,6. Otra variable, el índice de recambio de la población en edad activa, establece que por cada cien personas de entre 15 y 19 años hay más de 160 de 60 a 64. Un vistazo a los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) sirven para contextualizar esta lluvia de cifras en comparación con regiones limítrofes como Castilla y León o Asturias, que comparten problemática e incluso en un escenario peor.

De Ames a Parada de Sil

También la edad media es ilustrativa en este sentido. El INE la sitúa en casi 46 años en el caso de los gallegos, de nuevo sólo superada por las dos comunidades fronterizas. Al mismo tiempo, en otras como Andalucía, Baleares o Canarias baja a los 40 e incluso en Murcia, a los 39.

Las oscilaciones son muy amplias dentro de Galicia. Así, si buscamos los municipios con más vecinos por debajo de 20 años, son líderes Ames en La Coruña (23,2 por ciento), Salceda de Caselas en Pontevedra (22 por ciento), Barbadás en Orense (21,3 por ciento) y Burela en Lugo (17,6 por ciento). En las dos últimas provincias representan casos excepcionales. Al otro lado, sin apenas niños se sitúan el concello orensano de Parada de Sil con el 3,8 por ciento; el lucense de Folgoso do Courel con el 4,7; el pontevedrés de Cerdedo con e 6,4; y el coruñés de Tordoia con el 7,8.

Si centramos la atención en las siete grandes ciudades, quien agrupa más niños y adolescentes es Pontevedra (19 por ciento y único gran núcleo no envejecido), Lugo (17,3 por ciento), Vigo (17,2), Orense (16,9) y, curiosamente por último, las tres coruñesas, la provincia más poblada de todas: Santiago (16,3 por ciento), La Coruña (15,8) y Ferrol (14,8).

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