Sólo la comarca de Santiago crecerá en población los próximos diez años

No se trata de una estadística aislada o una proyección de futuro mal calculada. Todos los datos de organismos oficiales y estudios realizados sobre el comportamiento de la población gallega en el futuro cercano apuntan hacia una misma dirección: una continua sangría demográfica. La última proyección a corto plazo, elaborada por el Instituto Galego de Estadística (IGE) y dada a conocer ayer, muestra una caída de casi el 5% (134.813 personas menos) en los próximos diez años. Tan sólo la comarca de Santiago recuperaría vecinos. De hecho, registraría un incremento del 2,2 por ciento.

Las alarmas vuelven a dispararse. Si hace tres días se conocía la pérdida acelerada de población en la Comunidad gallega en el primer semestre de este 2014

—a 1 de julio de este año había 8.000 residentes menos que en enero—, los datos territorializados no hacen más que afianzar la idea del «invierno demográfico». Dos son los factores clave que lo potencian: un saldo vegetativo negativo y un balance migratorio también en números rojos.

Mientras el segundo volverá a recuperar valores positivos a partir del 2019 con el extranjero —según el IGE—, el primero se acentuará aún más. En 2023 se prevén 16.993 defunciones más que nacimientos. Este año —con un valor negativo de 6.138 en el primer semestre— terminará, según los cálculos, con un saldo vegetativo de -11.741 personas.

Si se realiza la proyección acumulada en el período 2014-2024, los alumbramientos apenas alcanzarían los 160.000, frente a los más de 300.000 fallecimientos. Todas las áreas gallegas registrarían saldos negativos, unidos a un mayor envejecimiento de la población en aquellas zonas hoy ya con índices elevados como el sur de la provincia orensana y lucense. Esta última, además, se enfrenta a otra coyuntura: la variable de sobreenvejecimiento, que calcula la proporción de población mayor de 85 años con respecto a los que tienen más de 65. Dentro de diez años, varias áreas de Lugo superarán el 25%.

Desplome del 20%

El envejecimiento de la población, unido a los bajos índices de natalidad y los movimientos migratorios dan forma al preocupante horizonte que se abre en la sociedad gallega. Todas las comarcas, salvo la compostelana, perderán población en la próxima década. Algunas lo harán sin freno. A Baixa Limia, Terra de Caldelas, Terra de Trives, O Ribeiro, Terra de Celanova o A Fonsagrada dejarán por el camino a más de la quinta parte de sus vecinos, pues su desplome será superior al 20 por ciento.

Ni siquiera analizando las áreas —esto es, la agrupación de comarcas colindantes— se encuentran resultados mejores. El «invierno demográfico» sopla con fuerza en O Carballiño-O Ribeiro, cuya población será un 17,6% menor en 2024 con respecto a la actual, Lugo oriental experimentará una disminución del 16,7 y en las áreas de Orense sur y central, el descenso será del 16,3 y 13,4 respectivamente.

En números generales, los 2.747.207 residentes de hoy en día serán un mero espejismo dentro de diez años si la situación no muda a base de medidas de estímulo de cariz económico o fomentando la concienciación social. Las proyecciones sitúan la población gallega por debajo de la barrera que asegura el revelo generacional. En concreto, Galicia tendrá 2.612.394 vecinos.