Luz verde a las leyes que fiscalizarán la calidad de los servicios y la participación ciudadana

La oposición vota en contra a pesar de las transacciones que ha introducido el grupo popular

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Los dos textos legislativos a debate en el pleno del Parlamento gallego han salido adelante este martes con el apoyo único del grupo mayoritario en la Cámara. El primero de ellos, el proyecto de ley de garantía de los servicios públicos y buena administración, como había avanzado ayer el portavoz popular, Pedro Puy, contaba con modificaciones a propuesta tanto de los grupos del PSdeG, AGE y BNG. Aún así, la oposición ha votado en bloque en contra de su tramitación y mantenido las enmiendas a la totalidad.

La defensora del proyecto en O Hórreo por parte del PP, Paula Prado, ha desgranado cuestiones que regula, tales como la coordinación de la actividad del ejecutivo con el Valedor do Pobo, la reformulación de condiciones con los contratistas para servicios de gestión externalizada, mejoras en la eficiencia administrativa o la elevación a rango de ley la sede electrónica de la Xunta para trámites telemáticos.

Sobre el segundo, Puy ha destacado en su defensa que «pretende aglutinar todas las formas de participación ciudadana» y «abrir nuevos canales» para que los gallegos se expresen en las instituciones legislativas. Sobre su contenido ha establecido como cuestiones fundamentales el desarrollo de un programa de canalización de propuestas a través de la web de la Cámara o la posibilidad de los ciudadanos de presentar directamente preguntas al ejecutivo.

Entre las críticas de la oposición no han faltado alguno de los clásicos de la cámara. El diputado de AGE, Ramón Vázquez, ha tirado del repertorio rupturista para hablar de un Parlamento «fosilizado» convertido en un «ritual». Por su parte, Francisco Jorquera ha centrado buena parte de su intervención en recordar la expulsión del último pleno de su compañera Carme Adán y el socialista Méndez Romeu en entrar al debate que historicamente ha suscitado la contraposición de los conceptos de democracia representativa y participativa. La conclusión de Puy al respecto de todas estas consideraciones ha sido que «poco tendrá que añadir la propuesta de ley si invierten su tiempo en criticar otros asuntos».

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