En primer plano, la exedil Áurea Soto
En primer plano, la exedil Áurea Soto - efe

Las investigaciones judiciales condicionan el relevo en Orense

Los dos candidatos a suceder a la exedil Áurea Soto renuncian a su puesto en el Concello

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El sobresalto se ha instalado definitivamente en el ayuntamiento de Orense. La renuncia de la exconcejala de Urbanismo Áurea Soto ha desembocado en las renuncias de las dos personas llamadas a sucederle en el consistorio. Tanto el número 14 de la lista del PSdeG, José Ramón Gómez Morgade, como la número 15, Montserrat Rodríguez, trasladaron por diferentes medios su decisión de no formar parte de la corporación. Morgade, en un escrito dirigido al secretario del ayuntamiento, expresó su «agradecimiento y apoyo» a los socialistas, a los que pidió, antes de abandonar, «poder dedicarle el mínimo tiempo que la responsabilidad de concejal requiere» y también les sugirió que valorasen otras opciones «pensando siempre en la responsabilidad de las decisiones y en la vocación de servicio público».

Esta negativa de Gómez Morgade no causó un gran disgusto en el equipo de gobierno. Aunque se trata de un hombre próximo al sector oficial de la ciudad, tampoco se libra de la sombra de la Justicia. Y es que la empresa constructora en la que trabaja está investigada por un supuesto caso de corrupción en relación a una obra en una calle céntrica de la ciudad. El candidato, José Ángel Vázquez Barquero, pretende distanciarse de cualquier elemento que lo vincule con escándalos o temas sin aclarar.

Bajas en el PSdeG

La siguiente en tener la oportunidad de representar a los ciudadanos, Montserrat Domínguez, tampoco quiere formar parte del gobierno. Se trata de una de las hijas del histórico dirigente del PSdeG Antonio Rodríguez. En su caso, una de sus hermanas también está investigada por la Justicia en relación a la gestión del Servicio de Ayuda de Familia. La justificación formal de su decisión tiene que ver con razones laborales: «Estoy en un momento complicado de mi vida laboral, en pleno traslado de puesto de trabajo y muy centrada en ponerme al día en el nuevo, así que combinarlo con las tareas del ayuntamiento me sería muy difícil».

La sangría del grupo socialista formado en 2011 fue una constante desde el segundo mandato y camina pareja a la multiplicidad de imputaciones de sus miembros. El primero en caer fue el exalcalde Francisco Rodríguez. La elección de Agustín Fernández Gallego provocó la reorganización municipal y ahora la salida de la exteniente alcalde Áurea Soto vuelve a provocar una nueva crisis.

Junto a los ceses y renuncias como consecuencia de los procedimientos judiciales en marcha, el grupo socialista permanece con la mitad de sus ediles suspendidos de militancia tras negarse a votar en una votación planteada por sus compañeros «para no incurrir en prevaricación». De momento el asunto de los llamados «concejales díscolos» está sin resolver y la entrada del oficialista, José María García Tejerina, va a consolidar la división en el PSOE orensano.

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