Aduanas investigó a Orozco, a su mujer e hijas por blanqueo

La nueva entrega de la «operación Pokemon» revela que el alcalde de Lugo, el socialista Xosé López Orozco, así como su mujer e hijas fueron investigados —en octubre de 2013— por un supuesto delito de blanqueo de capitales, derivado del de cohecho por el que está imputado el munícipe en el marco de la trama de concesiones a cambio de sobornos. En el informe que la juez del caso, Pilar de Lara, adjunta en la pieza levantada y a la que ha tenido acceso Ep, para Vigilancia Aduanera existen «indicios racionales más que suficientes» para considerar que el regidor lucense «habría colaborado de forma activa» con Vendex en la obtención del contrato de la ORA y su posterior ampliación.

En él, los agentes apuntan a Orozco como uno de los receptores de los envíos con dinero que el presidente del grupo empresarial, Gervasio Rolando Rodríguez Acosta — detenido en septiembre de 2012

—, hacía llegar a sus «colaboradores políticos y funcionarios» mediante los delegados provinciales.

De este modo, la supuesta adjudicación irregular del servicio de la grúa a Cechalva en 2005 tendría como prestación, señala Aduanas, «el pago periódico de cantidades de dinero y posible entrega de regalos a funcionarios y altos cargos del Ayuntamiento de Lugo». Entre los cuales podrían estar el entonces concejal Francisco Fernández Liñares, quien llegó a reconocer ante la juez que recibía pagos mensuales de 1.500 euros de la empresa asturiana y otros 1.000 de Vendex y López Orozco. En base a estos datos por los que el regidor está imputado en la «Pokemon» por supuestos delitos de tráfico de influencias y cohecho —recogen los agentes en su informe— se decide investigar el patrimonio de la familia. Así, en el informe de la investigación económica Orozco y su mujer figuran como titulares de tres plazas de garaje y una vivienda en Sanxenxo y otras tres plazas de aparcamiento en Lugo. Por su parte, una de las hijas del matrimonio, M.A.L.P., figura como titular de una casa en Valdoviño; mientras que no consta ningún inmueble propiedad de la otra hija de la pareja. También aparece documentación sobre una cuenta bancaria municipal de la que el alcalde es apoderado con transferencias en distintos días.

«Llevo dos años y pienso que ya iba siendo hora. Soy inocente y eso va a resplandecer», señalaba Orozco nada más conocerse la decisión de la juez de levantar el secreto sobre las diligencias que le afecta.