La pseudomonja «migueliana» rechazó volver con sus padres tras quedar libre

Los familiares de quienes a día de hoy continúan fieles a Miguel Rosendo, aunque él se encuentre ahora en prisión, han vivido una semana «inaguantable». Tras años de doloroso silencio, decidieron dar la cara para denunciar que sus hijos fueron «captados» por este líder «sectario» primero en Orden y Mandato de San Miguel Arcángel y después en La Voz de Serviam.

Un día después de su comparecencia pública se produjeron dos detenciones. Además del fundador del grupo, fue arrestada su colaboradora Marta Paz, quien quedó en libertad con cargos por presunta asociación ilícita. Sus padres aguardaron en el exterior del juzgado a que terminara de declarar para intentar convencerla de que volviera con ellos. Pero no lo lograron.

«Mi casa está en Madrid», les respondió esta mujer que, pese a haber vestido hábito de monja, no lo es. Un coche la esperaba en el exterior. Y en él abandono Tui, suponen que con destino a la casa de la localidad madrileña de Collado Villalba, donde se habían producido las detenciones y donde vive parte del grupo. Otros residen en San Lorenzo del Escorial y todos se encuentran fuera de la Iglesia, pues abandonaron la diócesis de Tui-Vigo y la archidiócesis de Madrid les ha cerrado las puertas.

Medidas conjuntas de familiares

Ahora, las familias afectadas sopesan qué pasos dar de forma conjunta. Joaquín García, padre de una de las pseudomonjas que continúa en el colectivo, ya avanzaba en ABC este fin de semana que en los próximos días habrá novedades. «Esto nos ha superado completamente. Podía esperarme un escándalo, pero no de tanta magnitud», señaló.

«Tenemos que seguir luchando y buscar una solución», comentó a pesar de no tener esperanzas de recuperar a su hija por ahora.