Feijóo exige, ante Carrefour, dejar de utilizar la leche como reclamo

Aunque en todo momento correcto en las formas y agradecido a Carrefour por su «apuesta» por Galicia y los productos gallegos, el titular de la Xunta no desaprovechó ayer la oportunidad de tener delante al presidente de la multinacional francesa en España, Rafael Arias-Salgado, para deslizar, de una forma sutil, una exigencia: que las grandes superficies dejen de utilizar la leche como producto reclamo a través de ofertas agresivas, imposibles de traducir en un precio digno en origen.

Los productores «tienen que ser competitivos, pero tanto la industria como la distribución y la comercialización tienen que darse cuenta que la leche no puede ser un producto reclamo», censuró ayer Alberto Núñez Feijóo con motivo de la entrega de los premios Carrefour a la empresa más innovadora de Galicia y a la mejor pyme agroalimentaria gallega.

Precisamente, este último galardón recayó en Feiraco, primera cooperativa láctea fundada en la Comunidad en 1968 y, hoy por hoy, marca gallega líder del sector tanto en volumen de litros como en facturación.

Su director general, José Luis Antuña, fue el encargado de recoger el premio. Al igual que haría Feijóo en su discurso de clausura, el dirigente de la cooperativa coruñesa dio voz a sus 3.500 socios al recordar una vieja reclamación del primer eslabón de la cadena, los ganaderos: «La leche debe desaparecer como producto reclamo», instó. En un llamamiento a la conciencia de la sociedad, Antuña lanzó una reflexión en alto al preguntar si la viabilidad del campo y las oportunidades de las nuevas generaciones en este sector «valen más que ahorrar unos céntimos».

Unión para «ser fuertes»

El desajuste de precios es palpable en cualquier gran superficie. Mientras el brick de Feiraco se mueve en el entorno de los 80 céntimos el litro, la marca de Carrefour se vende a 57. Sin embargo, en la vecina Francia, ésta última se comercializa a 80 céntimos, tal y como aseguró a ABC Roberto García, secretario xeral de Unións Agrarias. La diferencia, de más de veinte céntimos, es producto de la estrategia de los distribuidores franceses, que colocan sus excedentes en territorio español.

Una práctica que dificulta la competencia en el mercado de empresas autóctonas como Feiraco o Leite Río, pues ninguna de ellas puede luchar contra unos precios que sumirían en la insignificancia la cuantía que perciben los ganaderos, situada ya en niveles bajos: 33,59 céntimos el litro en septiembre. Y las previsiones para 2015, según los expertos consultados, no son mejores.

De hecho, Antuña calificó de «incierto» el futuro de un sector que verá desaparecer el sistema actual de cuotas lácteas el próximo mes de abril. Incierto, pero también, «esperanzador», dado que se abrirá la puerta a la producción libre, sin topes máximos. En este escenario, y con unas explotaciones modernizadas a imagen y semejanza de sus colegas nórdicas, tan «sólo nos falta unirnos para ser más fuertes», apremió el dirigente de Feiraco. Las tareas pendientes siguen siendo la estructura y, por ende, la transformación.