Alberto Fabra, durante su examen para ser designado senador
Alberto Fabra, durante su examen para ser designado senador - efe
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Génova negocia con Fabra y los presidentes provinciales el relevo al frente del PPCV

Solo se planteará la dimisión del presidente si su sustituto temporal garantiza el consenso

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La dirección nacional del PP ha pasado a la acción para facilitar la transición al frente de la agrupación en la Comunidad Valenciana, tras la designación como senador territorial del expresidente de la Generalitat Alberto Fabra -quien ayer, al contrario que Rita Barberá, no había jurado aún el cargo ante notario, como está previsto que haga-.

Así, esta misma semana Génova ya ha mantenido contactos con los presidentes provinciales (el alicantino José Císcar, el valenciano Vicente Betoret y el castellonense Javier Moliner) para sondearles sobre la fórmula idónea para dirigir el periodo que resta hasta el congreso regional.

Según las fuentes consultadas por ABC, está previsto que el nuevo vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, aborde la cuestión con el propio Fabra la próxima semana, tras consultar a los barones provinciales. Como ha venido contando este periódico, en la sede nacional no hay prisas porque el presidente del PPCV deje el cargo

, especialmente si no surge un nombre de consenso que aglutine a todo el partido y sea capaz de mantener la unidad ante la inminente precampaña para las elecciones generales.

Así, la solución podría pasar por dotar de mayor poder ejecutivo a la coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig -que actuaría como una suerte de presidenta «en funciones»-, para conformar junto a los presidentes provinciales un «comité de notables» que tendría la responsabilidad de movilizar a los afiliados y al electorado popular ante la cita con la urnas.

Esta fórmula seguiría siendo válida incluso si finalmente se optase por una dimisión anticipada de Fabra, lo que convertiría a Bonig, formalmente, en presidenta del partido hasta el próximo congreso ordinario -fijado para abril de 2016-, comité ejecutivo mediante.

El freno para optar por esta solución es que la propia Bonig está en la carrera por la presidencia regional del PP junto a otros dirigentes como el propio José Císcar o María José Catalá, por lo que su nombramiento como presidenta -y, como consecuencia lógica, portavoz en la Cortes Valencianas- podría generar tensiones en el partido y distorsionar el proceso orgánico, siempre que el PPCV no aborde antes del congreso regional el cambio en los estatutos para que se aplique la fórmula de «un militante, un voto».

El PP no quiere que esas posibles tensiones perjudiquen una campaña electoral crucial, por lo que cualquier opción solo saldrá adelante si garantiza el consenso de todos los consultados, incluido Fabra. El presidente regional ya ha adelantado que facilitará la fórmula que más convenza a Génova. Una posibilidad sería el modelo mixto con Bonig en el partido y Jorge Bellver de portavoz parlamentario.

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