Campofrío sigue ardiendo

La planta principal de Campofrío en la capital burgalesa siguió ardiendo ayer y, probablemente, se mantendrá activo, aunque controlado, hasta el miércoles o el jueves. Dos dotaciones del Cuerpo de Bomberos de Burgos, formados por diez personas, trabajan todavía en el control del fuego que se mantiene en el interior de la planta de Campofrío que arde desde las 6:45 de la mañana del lunes en el polígono industrial de Villafría.

El jefe de los bomberos de Burgos, Julio Estébanez, explicó que el humo es menos denso, pero todavía hay fuego dentro de la planta y se producen derrumbes, dentro y en la fachada, que impiden un acceso seguro. En su opinión, no tendría sentido arriesgarse cuando no hay ningún peligro especial y la planta ya está perdida.

El jefe de bomberos consideró que se ha superado el mayor riesgo, que era que las llamas alcanzaran a un depósito de 10.000 litros de amoniaco, lo que hubiera desencadenado una nube tóxica de grandes proporciones. También supuso una dificultad añadida el aislamiento de poliuretano de parte de la planta, que es un material que se consume muy rápido cuando es alcanzado por las llamas y emite un humo muy denso.

El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, explicó que, a partir del momento en que se pueda acceder a la factoría, un equipo de especialistas en incendios de la Policía Judicial se encargará de intentar determinar las causas del siniestro, que es «imposible precisar en este momento ni siquiera como hipótesis».