Estamos en La Habana y esta gente se arremolina para ver Blonde, el biopic sobre Marilyn Monroe, protagonizado por la cubana Ana de Armas. Y claro, el orgullo patrio se dispara. Incluso hay quien sueña con el oscar como un reconocimiento a todo el talento cinematográfico cubano. Comienza la proyección y el público se deleita con las tres horas de película. Y al acabar, rompen en aplausos de reconocimiento para su actriz más internacional que confían que sea la nueva embajadora de la cultura de la isla caribeña.
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