El yate de Sadam Hussein se reinventa como hotel

La nave, atracada en Basora, dispone de 17 habitaciones de estilo opulento, un helipuerto y un submarino secreto

Yate de Sadam Hussein, en Basora REUTERS
Mikel Ayestaran

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La falta de un comprador ha llevado a las autoridades de Irak a convertir el «Basora Breeze» (brisa de Basora), también conocido hasta 2003 como «Qadissiyat Saddam» en un hotel. Este súper yate de Sadam Hussein cuenta con una suite presidencial , 17 habitaciones para invitados, 18 camarotes para tripulación, clínica, grifería de oro, un teatro, sala de oración, varias piscinas, submarino secreto, helipuerto… Todo con un estilo de pura opulencia, recargado de los dorados, cortinas y el lujo que tanto gustaba a un dictador iraquí que, sin embargo, nunca navegó a bordo de él. La historia de este yate de 82 metros construido en Dinamarca en 1981 está marcada por la guerra ya que en 1986 fue atracado en Arabia Saudí para estar a salvo del conflicto entre iraquíes e iraníes y después fue trasladado al Mediterráneo hasta aparecer en Niza donde pasó varios años antes de que la justicia francesa le otorgara la propiedad al Gobierno de Bagdad y volviera al puerto de Basora.

Desde 2010 estaba a la venta, pero en los últimos ocho años ni un solo comprador se ha animado a pagar los 25,5 millones de euros que pedían por él y por ello las autoridades han decidido darle un nuevo uso. « El barco presidencial está en buen estado , los dos motores funcionan perfectamente y solo precisa mantenimiento», declaró a la agencia Reuters su capitán, Abdul Zahra Abdul Mahdi Saleh. A partir de ahora este barco de recreo será empleado «para que los pilotos puedan descansar en el puerto», según confirmó a la misma agencia el portavoz del puerto de Basora, Anmar Al Safi. De esta manera, los iraquíes buscan el doble objetivo de darle una utilidad al barco y de mostrar a las futuras generaciones los lujos que rodeaban a la vida de Sadam.

El exilio en Arabia Saudí, por aquellos días aliado de Sadam frente a Irán, y Francia le salvaron al «Basora Breeze» de las bombas, todo lo contrario de lo que le sucedió al Al Mansur, su súper yate hermano en el que tampoco embarcó nunca el dictador , pero que fue destruido por la aviación estadounidense en 2003. Los bombardeos masivos durante aquella guerra lanzada en nombre de unas armas de destrucción masiva que no existían, acabaron también con la mayor parte de los palacios que Sadam tenía repartidos por el país. En Basora, cerca del puerto, una de estas mansiones quedó en pie y ahora alberga un museo, nada que ver con lo sucedido con las dependencias presidenciales en Bagdad.

Anclado al sur de Irak, el «Basora Breeze» es testigo de los cambios de un Irak que, tras las elecciones de la semana pasada, ha entregado el poder al clérigo chií Muqtada Al Sader , superviviente de una familia a la que Sadam persiguió y a cuyos miembros asesinó sin piedad debido a su gran carisma entre la mayoría chií del país. 15 años después de su derrocamiento, el barco de Sadam es un hotel y el partido político de la familia a la que más odiaba, es el más votado.

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