Trump vende a los kurdos por unos misiles Patriot

La decisión del presidente ha provocado en el Capitolio una reacción de indignación y rechazo casi unánimes

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump EFE
David Alandete

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El negocio más apremiante que Donald Trump tiene entre manos con el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, es que este le compre a Estados Unidos un millonario sistema de misiles Patriot que en teoría ayudará a apaciguar unas crecientes tensiones en el seno de la Alianza Atlántica. Sin embargo, la decisión del presidente norteamericano de abandonar a los kurdos a su suerte ha provocado en el Capitolio una reacción de indignación y rechazo casi unánimes. Sus más estrechos aliados en Washington le dijeron ayer públicamente a Trump que no hay recompensa lo suficientemente alta que compense semejante acto de traición.

«Traición», «error antológico» o «un desastre». Son los republicanos quienes han calificado en esos términos la insólita decisión del presidente, anunciada por medio de un subrepticio comunicado enviado por correo electrónico por una portavoz al filo de la medianoche de un domingo. El lunes diplomáticos, generales, senadores y diputados que durante décadas han cultivado unas excelentes relaciones con unos kurdos a los que consideran aliados naturales de Washington en Oriente Próximo se desayunaron con una decisión sin precedente y con pocas explicaciones de la Casa Blanca, más allá de un mensaje del presidente en Twitter sobre que ganó las elecciones «para poner fin a tantas guerras ridículas y sin fin».

«Esto es una macha en el honor de América», proclamó el senador Lindsay Graham, probablemente el mejor aliado de Trump en el Capitolio. « Dejar morir a los kurdos es un error », opinó la también republicana Nikki Haley, que hasta diciembre fue embajadora de Trump ante Naciones Unidas. El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, le amonestó por tomar una decisión precipitada que «sólo beneficia a Rusia».

Desde julio, Trump tiene en pie una ofensiva para que Erdogan le compre un sistema de misiles Patriot para sustituir a otros, modelo S400, recién adquiridos a Rusia dentro de un acuerdo de cooperación militar de 2.000 millones de euros . Turquía es parte del consorcio internacional que fabrica los cazas F35, como miembro que es de la OTAN. El resto de países de esa alianza, creada para contener el expansionismo de Rusia, denuncia que es imposible que Turquía permanezca en ella si opera con sistemas de defensa rusos. Ambos presidentes conversaron sobre esa compra el 25 de septiembre en Nueva York, en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas. Trump volvió a llamar a Erdogan el domingo.

Sorprendido por las críticas de su partido justo cuando el Capitolio estudia su recusación en el proceso de «impeachment», el presidente respondió ayer en Twitter, fiel a su estilo: «Si Turquía hace algo que en mi honda e incomparable sabiduría considero excesivo, destruiré su economía».

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