Trump convierte la campaña electoral en un referéndum sobre su juez

El presidente califica ahora las acusaciones de agresión sexual de «farsa»

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump AFP

David Alandete

Como una victoria política. Así celebró anoche Donald Trump el ingreso del juez Brett Kavanaugh en el Tribunal Supremo, después de una de las vistas de confirmación más tensas y divisivas de cuantas ha visto EE.UU. en su historia reciente. El presidente norteamericano convirtió la jura del cargo para el noveno asiento de la más alta instancia judicial del país en toda una celebración del Partido Republicano, a un mes de unas elecciones que bien pueden costarle a esa misma formación la mayoría en el Capitolio.

Fue una ceremonia innecesaria, porque Kavanaugh ya había jurado el cargo el sábado, pero Trump quiso repetirla televisada a toda la nación en horario de máxima audiencia. Primero le pidió perdón al juez en nombre de todo el país «por el terrible dolor que ha tenido que padecer», en referencia a las acusaciones de agresión sexual y la investigación que el FBI realizó la semana pasada, en la que no halló pruebas incriminatorias. «Se ha demostrado que es inocente» , dijo el presidente.

Luego, se colocó tras Kavanaugh, su mujer y sus dos hijas mientras este juraba el cargo ante el magistrado al que ha sustituido, Anthony Kennedy, quien ya está jubilado. «Soy consciente de que el Tribunal Supremo no es una institución partidista o política », dijo Kavanaugh, quien agradeció su apoyo a Trump y a los republicanos, entre aplausos.

A pesar de las palabras del juez, todo en el acto de anoche estaba impregnado del ambiente belicoso previo a las elecciones legislativas del 6 de noviembre: un juez que entra en el Supremo con el menor número de votos en su historia, con la gran mayoría de los demócratas en su contra y con la amenaza, si estos recuperan el control de la Cámara de Representantes, de un proceso de recusación. Kavanaugh fue confirmado el sábado, entre protestas del colectivo feminista .

El 6 de noviembre se renuevan un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes. Las últimas encuestas prevén que los demócratas recuperen el control de esta última por primera vez desde 2010. Como suele suceder en este tipo de elecciones parciales, en ellas se juzga, sobre todo, la gestión del presidente. Y en este caso, Trump se enfrenta a una oposición muy motivada, que cree que la elección de Kavanaugh supondrá un giro a la derecha del Supremo , sobre todo en asuntos como el aborto.

Sin embargo, las encuestas se han equivocado antes, y los republicanos han decidido convertir el caso Kavanaugh en su propio caballo de batalla. Según el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, las acusaciones contra el juez han resultado ser «un regalo político», un ataque sin fundamento a alguien que puede darle un rumbo marcadamente conservador al país.

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