El tercer día de las protestas sindicales en Bolivia deja nueve heridos

El último día de huelga convocada por Central Obrera Boliviana (COB) termina con dos obreros y siete policías heridos. La convocatoria surgió por el cierre de la empresa estatal de textiles Enatex. En esta ocasión, los enfrentamientos se produjeron por la mañana cuando los obreros trataron de bloquear la conexión entre la empresa y la región occidental del país mediante neumáticos incendiados.

Para tratar de dispersar los piquetes los policias lanzaron gases lacrimógenos y potentes chorros de agua a presión. Como respuesta los obreros utilizaron piedras y palos, así como pequeñas cargas de dinamita. Después de la carga policial la refriega posterior dejó a cinco policias y a dos obreros heridos. El sindicato denunció heridas de bala en uno de los obreros, causadas por los policias.

Los dirigentes sindicales Víctor Quispe y Ángel Camacho hicieron formal la acusación. «Ya no están usando gases lacrimógenos, están usando bala (...) Los trabajadores hemos confiado en este Gobierno, pensamos que ahora este Gobierno es realmente dictatorial», sostuvo Camacho. Según los dirigentes el herido ha sido identificado como Nestor Hinojosa, de 56 años.

Tras el rechazo de la acusación por parte de los policias el Ministerio de Gobierno hizó publico un comunicado apoyando a los agentes. En el comunicado se culpa de las heridas a los propios manifestantes. Para acabar con el cruce de acusaciones también hizo público que somentería al herido a un examen forense que determine si fue de bala y desde que tipo de arma fue disparada.

La reticencia del ministerio a creer la versión de los obreros se encuentra respaldada por las heridas de los policias. Dos de ellos presentan heridas causadas por las detonaciones de los sindicalistas, que provocaron una lluvia de metralla formada por esquirlas de metal y azulejos. Lo que se correspondería con heridas de bala en un examen inicial sin profundidad.

Una huelga de 72 horas contra Evo Morales

Con este episodio termina la huelga de 72 horas ante el decreto presidencial que disponía el cierre de Enatex en mayo del año pasado, firmado por Evo Morales, presidente de Bolivia. El cierre definitivo provocó el despido inmediato de 850 trabajadores. En los otros dos días se registraron un total 41 detenidos y otros nueve heridos.

La semana anterior a la huelga se produjeron movilizaciones para convocar otras huelgas de 24 y 48 horas, sin embargo apenas registraron seguimiento. Las conversaciones entre la dirección sindical y el ejecutivo de Evo Morales no han avanzado. Los obreros piden la reapertura inmediata pero desde el Gobierno se asegura que no es rentable. La direeción sindical ha convocado una reunión el lunes para evaluar la acción de la huelga y las medidas a tomar, incluyendo una posible huelga indefinida.